Las dos cabezas valientes



En un tranquilo lago vivían dos simpáticos monstruos de dos cabezas llamados Tom y Tim. Ambos compartían un esbelto cuerpo y se llevaban de maravilla. Un día, mientras paseaban por el bosque, encontraron un hermoso árbol repleto de jugosas cerezas.

Sin sospechar nada, Tom y Tim decidieron probarlas. Pero, ¡oh no! Habían comido una cereza envenenada. Inmediatamente, comenzaron a sentirse mal. "¡Oh, hermano! ¿Qué nos está pasando?", exclamó Tom, preocupado.

"No lo sé, pero no podemos rendirnos ahora", respondió Tim con determinación. Decidieron buscar ayuda y emprendieron una travesía hacia el otro lado del lago, donde conocían a un sabio búho que seguro podría ayudarlos.

En el camino, se encontraron con distintos desafíos: un río que debían cruzar, un laberinto de espinas y un puente que parecía a punto de caer. Con valentía y trabajando en equipo, lograron superar cada uno de estos obstáculos.

Finalmente, alcanzaron la morada del sabio búho, quien les dio un antídoto para contrarrestar el veneno de la cereza. Tom y Tim aprendieron que, trabajando juntos y sin rendirse, podían superar cualquier adversidad. Regresaron a su hogar, más unidos y sabios que nunca, agradeciendo la importancia de la valentía y la cooperación.

FIN.

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