Las dos hermanas



En un pequeño pueblo de la montaña vivían dos hermanas muy diferentes. Nagatoro era la mayor, fuerte y valiente, siempre lista para nuevas aventuras.

Mei, en cambio, era la menor, tímida y tranquila, y prefería quedarse en casa leyendo o dibujando. A pesar de sus diferencias, las dos hermanas se querían mucho y siempre se apoyaban. Un día, mientras exploraban el bosque, se encontraron con un puente roto que impedía el paso hacia el otro lado del valle.

Nagatoro, llena de determinación, decidió cruzar el puente roto para buscar ayuda, pero Mei estaba asustada. "No puedo hacerlo Nagatoro, tengo miedo de caerme", dijo Mei con temor. "No te preocupes, Mei. Estaré bien. Confía en mí", respondió Nagatoro con seguridad.

Con mucho esfuerzo, Nagatoro logró cruzar el puente y encontrar a alguien que pudiera ayudar. Mientras tanto, Mei en el otro lado del puente, se sintió sola y desprotegida.

Pero luego recordó las palabras de Nagatoro, y decidió dibujar para mantenerse tranquila. Después de un rato, Nagatoro regresó con ayuda y juntas lograron arreglar el puente.

Desde ese día, Mei aprendió que a veces es necesario enfrentar nuestros miedos y confiar en los demás, mientras que Nagatoro entendió que su fuerza podía ayudar a los demás a superar sus propios temores. Las dos hermanas se dieron cuenta de que juntas podían superar cualquier obstáculo, y desde entonces, siempre se apoyaron mutuamente en sus aventuras.

FIN.

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