Las enseñanzas de la mariposa
Un día, Marcio se despertó temprano y decidió salir a dar un paseo por el bosque cercano a su casa. Mientras caminaba, notó que había mucho basura tirada en el suelo.
-¡Qué tristeza ver todo este basurero! -dijo Marcio para sí mismo-. Me gustaría poder hacer algo para ayudar al medio ambiente. De repente, apareció una mariposa muy colorida y se posó en su hombro. -Hola Marcio -dijo la mariposa con una voz melodiosa-.
Escuché lo que dijiste y quiero decirte que puedes hacer mucho para ayudar al medio ambiente. -¿De verdad? -preguntó Marcio sorprendido- ¿Cómo? -Bueno, primero puedes empezar reagarrando toda esta basura del suelo y depositándola en los contenedores de reciclaje.
Además, puedes ahorrar energía apagando las luces cuando no estén en uso y cerrando la llave del agua mientras te cepillas los dientes o te lavas las manos. También puedes plantar árboles y flores para ayudar a purificar el aire.
Marcio estaba emocionado con todas las ideas de la mariposa. -¡Gracias por tus consejos! -exclamó-. Voy a ponerlos en práctica desde hoy mismo. Y así fue como Marcio comenzó su misión de cuidar el medio ambiente.
Todos los días salía al bosque a reagarrar la basura que encontraba y depositarla correctamente. En casa, apagaba las luces cuando no eran necesarias y cerraba bien la llave del agua.
Además, junto con sus amigos plantaron árboles y flores en el parque cercano. Un día, mientras recogía basura en el bosque, Marcio encontró una botella de vidrio muy grande. Al intentar levantarla, perdió el equilibrio y cayó al río que pasaba cerca. -¡Ayuda! -gritó Marcio con desesperación-.
No sé nadar. La mariposa apareció rápidamente y se posó sobre su nariz. -No te preocupes, Marcio -dijo la mariposa calmadamente-. Yo te ayudaré a salir del agua.
Con sus alas, la mariposa empujó la botella hacia un lado para que no lastimara a Marcio. Luego, se acercó a él y lo llevó hasta la orilla del río. Allí, lo dejó sano y salvo. -¡Gracias por salvarme! -dijo emocionado Marcio-.
A partir de ahora voy a tener más cuidado al reagarrar basura en lugares peligrosos como este. -Yo sabía que podías hacerlo -respondió la mariposa sonriendo-. Eres un verdadero protector del medio ambiente. Desde ese día, Marcio siguió cuidando el medio ambiente con aún más dedicación.
Y cada vez que veía una mariposa volando libremente por el bosque o las flores creciendo hermosas gracias al sol y lluvia adecuados, recordaba que estaba haciendo algo bueno por nuestro planeta tierra.
FIN.