Las figuras mágicas de yoga de Feliciano
Feliciano estaba muy emocionado por su primer viaje a África. Había escuchado muchas historias sobre los animales salvajes y la naturaleza exótica de ese lugar.
Pero lo que no sabía era que su abuela, una experta en yoga, le había preparado un regalo especial para el viaje. Cuando llegó al aeropuerto, su abuela le entregó una bolsa llena de objetos extraños.
—"Feliciano" , dijo ella con una sonrisa en el rostro, "estos son tus nuevos amigos para la travesía". Feliciano sacó de la bolsa varias figuras pequeñas hechas de madera y arcilla que representaban diferentes posiciones de yoga.
Había un elefante haciendo postura del guerrero, un tigre sentado en flor de loto y hasta un mono colgando boca abajo. "¿Qué hago con ellos?" preguntó Feliciano curioso. "Estas figuras te ayudarán a conectarte con tu cuerpo durante el viaje", explicó su abuela.
"Cada vez que sientas miedo o ansiedad, puedes tomarlas en tus manos y hacer las mismas posturas que ellos representan". Feliciano guardó las figuras en su mochila y se subió al avión emocionado por esta nueva aventura. Durante el vuelo, Feliciano comenzó a sentirse nervioso por estar tan lejos de casa.
Recordó las palabras de su abuela y sacó las figuritas del elefante y del tigre para hacer sus respectivas posturas. "Respira profundo como el elefante"- se decía a sí mismo mientras inhalaba aire lentamente.
"Sé fuerte como el tigre"- se repetía mientras sostenía la postura. De repente, el avión comenzó a temblar y Feliciano sintió un miedo enorme. Sacó la figurita del mono y colgó boca abajo en su asiento, tal como lo hacía el muñequito.
"Sé flexible como el mono"- se decía a sí mismo mientras respiraba con dificultad. Finalmente, después de varias horas de vuelo, llegaron a África. Feliciano estaba emocionado por ver todos los animales que había escuchado en las historias.
Pero cuando salió del aeropuerto y vio la inmensidad del lugar, volvió a sentirse nervioso. "Respira profundo como el elefante"- se dijo mientras caminaba hacia su hotel.
En el camino, Feliciano encontró una manada de elefantes reales que estaban haciendo exactamente la misma postura que él acababa de hacer. Se sintió feliz al darse cuenta que sus amigos de yoga no eran tan distintos a los animales salvajes que había venido a conocer.
Durante toda su estadía en África, Feliciano hizo diferentes posturas de yoga junto con sus figuritas y siempre encontraba algo nuevo para aprender sobre sí mismo y sobre los animales salvajes que lo rodeaban.
Cuando regresó a casa, le contó todo a su abuela quien sonrió orgullosa al ver cómo habían ayudado las figuras de yoga durante su viaje. Desde ese día en adelante, Feliciano practicaría yoga regularmente recordando siempre las enseñanzas aprendidas durante su aventura africana.
FIN.