Las Formidables Hormiguitas
Érase una vez en un jardín lleno de flores y árboles frutales, donde vivían un grupo de hormigas muy trabajadoras. Cada una tenía su propio rol: algunas recolectaban comida, otras construían túneles, y otras cuidaban los huevos de la colonia. Pero en medio de este bullicio, había una hormiga llamada Lila que se sentía un poco diferente.
Un día, mientras sus compañeras recolectaban migas de pan, Lila vio un gran trozo de manzana que había caído al suelo, pero estaba muy lejos de su hogar. Lila pensó: "Si lo traigo sola, tardaré toda la tarde, pero con ayuda, seguro lo conseguimos más rápido".
Entonces se acercó a sus amigas y les dijo:
"Chicas, encontré un gran trozo de manzana, pero no puedo llevarlo sola. ¿Me ayudan?"
Las hormigas, al principio estaban muy ocupadas, y una de ellas, llamada Tati, le respondió:
"No tenemos tiempo, Lila, estamos muy ocupadas con nuestras tareas."
Pero Lila no se desanimó. Se puso a pensar en cómo convencerlas. Así que tuvo una idea brillante. Llamó a las hormigas que estaban viviendo cerca.
"¡Amigas! Si juntamos nuestras fuerzas, ¡podremos traer la manzana y también divertirnos!"
Las hormigas comenzaron a interesarse, pero aún dudaban. Entonces Lila les propuso:
"¿Qué tal si jugamos a una competencia? La primera en traer un trocito de la manzana, ¡ganará una fiesta en nuestra colonia!"
Las hormigas se emocionaron y decidieron ayudar a Lila. Así que todas juntas, formaron una larga fila y partieron hacia la calidez del sol, donde estaba la manzana. Al llegar, se dieron cuenta de que era un desafío. La manzana era muy pesada, y le resultaba difícil moverla.
"No podremos llevarla solas", dijo una hormiga llamada Meli, que empezó a sentirse un poco desanimada.
"¡No se rindan!", gritó Lila. "Si empujamos juntas, podemos hacer que se mueva más fácil. ¡Vamos, a contar hasta tres!"
Con un gran esfuerzo, todas las hormigas empujaron al mismo tiempo:
"¡Uno, dos, tres!"
A medida que empujaban, la manzana empezó a rodar. Pero, de repente, ¡cayó en un pequeño hoyo! Las hormigas se miraron confundidas, pero Lila no se detuvo.
"¡No importa! Esto es solo un pequeño obstáculo. Vamos a idear un plan para sacarla de aquí."
Lila sugirió que algunas hormigas hicieran palanca mientras otras empujaban. Así que así lo hicieron. Después de mucho trabajo en equipo, finalmente lograron sacar la manzana del hoyo. Exhaustas pero contentas, arrastraron la manzana hacia su hogar. Al llegar, todas se levantaron, animándose entre sí, y gritaron:
"¡Lo logramos! ¡Todo gracias a trabajar juntas!"
Al llegar a la colonia, Lila organizó una fiesta con la manzana y todas sus amigas participaron de un gran banquete.
Desde ese día, Lila entendió que cuando se trabaja en equipo, se pueden resolver los problemas más difíciles y, además, ¡se divierten! Todas las hormigas en el jardín comenzaron a recordar la importancia de unirse para superar los obstáculos.
Y la moraleja que aprendieron fue: "Unidos somos más fuertes y podemos lograr cosas increíbles". Y así, Lila y sus amigas hormiguitas se convirtieron en un gran ejemplo de trabajo en equipo para la comunidad.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.