Las frutas en la aventura playera


En una soleada mañana, en el mercado de frutas, la manzana, el plátano, la naranja, la uva, la sandía y la pera estaban aburridas de estar siempre en el mismo lugar. Entonces, la manzana tuvo una genial idea: "¡Vamos a ir de paseo a la playa! Será una aventura emocionante y refrescante." Las demás frutas se emocionaron al instante y se pusieron en marcha hacia la playa.

Al llegar, se encontraron con la familia de cocos que estaba jugando vóley en la arena. "¡Hola, amigos! ¿Quieren jugar con nosotros a vóley?" invitó la naranja. Los cocos aceptaron encantados y formaron equipos. Fue un partido emocionante y muy divertido. Al final, todos aplaudieron y se felicitaron por el gran juego. "¡Gracias por jugar con nosotros!" exclamó la sandía contenta.

Luego de jugar, decidieron darse un chapuzón en el mar. Sin embargo, la uva estaba asustada, ya que no sabía nadar. "No te preocupes, yo te enseñaré" dijo el plátano con una sonrisa. Después de recibir algunas lecciones, la uva logró nadar y disfrutar del agua junto a sus amigos. Fue un momento de gran compañerismo y superación.

Después de divertirse en el mar, la pera propuso hacer un picnic en la sombra de una palmera. Cada fruta sacó algo del canasto: la manzana llevó jugo, el plátano aportó sándwiches, la naranja trajo galletas, la uva preparó ensalada de frutas, la sandía trajo helados y la pera llevó una torta deliciosa. Todos disfrutaron de un almuerzo delicioso y compartieron anécdotas mientras se relajaban bajo la palmera.

De pronto, la brisa comenzó a soplar con fuerza y el cielo se cubrió de nubes oscuras. "¡Oh no, parece que se viene una tormenta!" exclamó la manzana preocupada. Rápidamente, buscaron refugio en una caseta de playa. La lluvia empezó a caer y los truenos resonaban en el cielo. Las frutas se abrazaron protegiéndose unas a otras y cantaron canciones para animarse. Fue un momento de unión y valentía ante la adversidad.

Luego de un rato, la tormenta pasó y el sol comenzó a brillar de nuevo. Las frutas salieron de la caseta y se encontraron con un arcoíris maravilloso. "¡Es precioso!" exclamó la naranja emocionada. Finalmente, regresaron al mercado de frutas con el corazón lleno de alegría y nuevas experiencias.

De ahora en adelante, las frutas apreciaban mucho más su vida en el mercado, pero también guardaban en su corazón el recuerdo de su emocionante aventura playera.

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