Las galletitas mágicas de Natanael



Había una vez en la escuela "Rayitos de Sol", un docente llamado Natanael Martínez que era conocido por ser el mejor maestro del segundo grado.

Siempre estaba dispuesto a enseñar de forma divertida y creativa, y los niños lo adoraban. Un día, el profesor Natanael decidió impartir una clase especial sobre cómo seguir una receta. Los niños estaban emocionados, ya que les encantaba cocinar con sus padres en casa.

- ¡Buenos días, chicos! Hoy vamos a aprender a seguir una receta para hacer unas deliciosas galletitas de chocolate -anunció el profesor Natanael con entusiasmo. Los niños aplaudieron emocionados y prestaron toda su atención a la clase.

El docente comenzó explicando paso a paso los ingredientes y la preparación mientras dibujaba en la pizarra para que todos pudieran entenderlo fácilmente.

- Primero, necesitamos harina, manteca, azúcar, cacao en polvo y chips de chocolate -explicaba el maestro mientras escribía en la pizarra cada ingrediente con letras grandes y coloridas. Los niños asentían con entusiasmo e inmediatamente sacaron sus cuadernos para tomar notas. Luego, el profesor Natanael les mostró cómo mezclar los ingredientes y formar las galletitas antes de llevarlas al horno.

- Recuerden precalentar el horno a 180 grados antes de hornear las galletitas. Y no se olviden de pedir ayuda a un adulto para usar el horno -advirtió el maestro mientras hacía gestos divertidos para enfatizar sus palabras.

Los niños estaban tan concentrados en la clase que ni siquiera parpadearon durante los 45 minutos que duró la lección. Estaban ansiosos por probar las galletitas que iban a preparar siguiendo la receta del profesor Natanael.

Finalmente, llegó el momento más esperado: ¡la degustación! Los niños se agruparon alrededor del mesón donde estaban las galletitas recién horneadas y no podían esperar para probarlas. - ¡Mmm! ¡Qué ricas están estas galletitas! Gracias profesor Natanael por enseñarnos esta receta tan deliciosa -exclamaron los niños entre mordisco y mordisco.

El maestro sonrió orgulloso al ver la felicidad de sus alumnos disfrutando de las galletitas que habían preparado juntos. Sabía que esa clase quedaría marcada en la memoria de los pequeños como una experiencia educativa pero también muy divertida.

Y así, gracias al cariño y dedicación del docente Natanael Martínez, los niños aprendieron no solo a seguir una receta, sino también el valor de trabajar en equipo y disfrutar juntos de los frutos de su esfuerzo.

Fue sin duda una clase inolvidable llena de aprendizaje y alegría en la escuela "Rayitos de Sol".

FIN.

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