Las gallinas unidas


Había una vez, en un pequeño ggallinero en el campo argentino, cuatro gallinas valientes llamadas Carmela, Pepa, Lola y Chicha.

Estas gallinas eran las últimas que quedaban en el ggallinero, ya que un ave gigante llamada Llamaguaraguo se había estado comiendo a todas las demás. Carmela, Pepa, Lola y Chicha se dieron cuenta de que si querían sobrevivir a la terrible amenaza de Llamaguaraguo, debían permanecer juntas. Así fue como decidieron formar una alianza y prometieron nunca separarse.

Un día soleado, mientras estaban picoteando granos de maíz en el patio del ggallinero, escucharon un ruido extraño proveniente del cielo. Al levantar la vista, vieron a Llamaguaraguo acercándose rápidamente con sus alas enormes extendidas.

Las gallinas sintieron miedo pero recordaron su promesa de estar siempre juntas. Rápidamente se agruparon formando un círculo y alzaron sus alas para protegerse mutuamente. Carmela fue la primera en hablar:"¡No tengamos miedo! Juntas somos más fuertes", dijo valientemente.

Pepa añadió: "Tenemos que pensar rápido para enfrentar a este monstruo volador". Lola tuvo una idea brillante: "Si logramos distraerlo mientras Chicha busca ayuda fuera del ggallinero ¡podremos salvarnos!".

Chicha salió corriendo lo más rápido que pudo hacia los campos vecinos para encontrar ayuda. Mientras tanto, Carmela saltó sobre la espalda de Llamaguaraguo y comenzó a picotearlo, mientras Pepa y Lola lo atacaban desde los costados. "¡Vamos, chicas! ¡No dejemos que nos derrote!", gritó Carmela con determinación.

Llamaguaraguo intentaba deshacerse de las gallinas, pero su unión era tan fuerte que no podía vencerlas. Las gallinas se dieron cuenta de que estaban ganando tiempo hasta que Chicha regresara con ayuda. Finalmente, Chicha llegó volando con una bandada de pájaros amigos.

Estos pájaros habían escuchado el llamado de auxilio y acudieron rápidamente al ggallinero para ayudar a sus amigas plumíferas. Con la ayuda de los pájaros aliados, lograron ahuyentar a Llamaguaraguo y hacerlo huir lejos del ggallinero.

Las gallinas celebraron su victoria juntas, sabiendo que gracias a su valentía y unidad habían logrado superar un gran desafío. Desde ese día en adelante, Carmela, Pepa, Lola y Chicha se convirtieron en leyendas dentro del ggallinero.

Sus compañeras gallinas aprendieron sobre la importancia de la unión y nunca más permitieron divisiones o peleas entre ellas. Juntas formaron un frente común contra cualquier amenaza externa que pudiera acechar al ggallinero.

Y así vivieron felices para siempre bajo el cálido sol argentino, recordando siempre que en la unión está la fuerza y que cuando las gallinas se mantienen juntas nada ni nadie puede detenerlas.

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