Las guardianas de Gaia



En un pequeño pueblo rodeado de frondosos bosques vivían cinco amigas muy especiales: Sofía, Valentina, Martina, Camila y Lucía. Ellas siempre estaban preocupadas por el cuidado del medio ambiente y la naturaleza que las rodeaba.

Una noche, bajo la luz plateada de la luna llena, decidieron reunirse en el corazón del bosque para invocar al dios protector de la naturaleza. Las chicas se adentraron en el espeso bosque con linternas en mano y corazones llenos de esperanza.

El viento susurraba entre los árboles mientras avanzaban hacia un claro donde planeaban realizar su invocación. Allí, formaron un círculo tomadas de las manos y cerraron los ojos con fuerza.

"-Dios protector de la naturaleza, escucha nuestra voz y nuestras plegarias. Estamos aquí para pedirte ayuda en este momento tan crucial para nuestro planeta", dijo Sofía con determinación.

De repente, una suave brisa comenzó a mecer las ramas de los árboles y una luz brillante iluminó el claro donde se encontraban las amigas. Un ser etéreo apareció ante ellas, emanando paz y sabiduría. "-Soy Gaia, el espíritu guardián de la naturaleza. Escucho sus llamados y veo sus buenos corazones.

¿En qué puedo ayudarlas?", dijo Gaia con voz melodiosa. Las chicas le contaron sobre los problemas ambientales que afectaban al bosque y a todo el mundo: la deforestación, la contaminación del agua y del aire, entre otros males que aquejaban a la Tierra.

Gaia escuchaba atentamente cada palabra y les dijo: "-Hijas mías, ustedes tienen el poder de cambiar las cosas si trabajan juntas con amor y dedicación. Protejan este bosque como si fuera su hogar más preciado".

Con renovada determinación, las amigas prometieron cuidar del bosque y trabajar por un mundo más verde y sostenible. Gaia les otorgó una semilla mágica que debían plantar en medio del claro como símbolo de su compromiso.

Al día siguiente, las chicas regresaron al claro con entusiasmo e plantaron la semilla mágica con mucho cariño. Con el paso del tiempo, aquella semilla creció hasta convertirse en un majestuoso árbol que irradiaba vida y energía positiva por todo el bosque.

Desde ese día en adelante, Sofía, Valentina, Martina, Camila, Lucia siguieron siendo inseparables amigas guardianes del bosque; velando por su protección junto a Gaia quien les recordaba siempre que juntas podían lograr grandes cosas cuando trabajan unidas por un objetivo común.

FIN.

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