Las guardianas del bosque



Había una vez un hermoso jardín donde vivían las hadas más valientes y aventureras. Este jardín estaba lleno de flores de todos los colores, árboles altos y frondosos, y un río cristalino que lo atravesaba.

Las hadas se llamaban Estrella, Luna y Sol, eran grandes amigas y siempre estaban dispuestas a ayudarse mutuamente. Un día, mientras volaban por el jardín en busca de nuevas aventuras, escucharon un ruido extraño proveniente del bosque cercano.

Curiosas como eran, decidieron investigar qué sucedía. A medida que se acercaban al bosque, el ruido se hacía cada vez más fuerte. Cuando finalmente llegaron allí, descubrieron que era un grupo de animales asustados por la presencia de unos cazadores furtivos.

Las haditas no podían permitir que esos cazadores lastimaran a los animales del bosque. Entonces idearon un plan para ahuyentarlos y proteger a sus amigos animals.

Estrella voló hasta una flor mágica que tenía poderes especiales y le pidió ayuda para detener a los cazadores. La flor accedió encantada e hizo crecer rápidamente una enredadera gigante frente a ellos.

Luna utilizó su magia para hacer brillar la luna con mucha intensidad y así iluminar todo el lugar donde estaban los cazadores. Y Sol usó su destreza para crear ilusiones con rayos dorados alrededor de los animales asustados, haciéndolos parecer mucho más grandes e intimidantes.

Los cazadores, al ver la enredadera gigante, la luz de la luna y los animales aparentemente feroces, se asustaron y huyeron del bosque a toda velocidad. Los animales agradecidos abrazaron a las haditas y les prometieron que siempre estarían allí para protegerlas.

Desde ese día, el jardín de las hadas se convirtió en un lugar seguro para todos los seres vivos. Las haditas aprendieron una valiosa lección: que cuando trabajan juntas y utilizan sus habilidades especiales, pueden lograr cosas maravillosas.

También entendieron lo importante que es proteger y cuidar el medio ambiente y a todos los seres que viven en él. A partir de ese momento, Estrella, Luna y Sol se convirtieron en guardianas del jardín mágico.

Cada día exploraban nuevos lugares, ayudaban a las flores a crecer más fuertes y protegían a los animales de cualquier peligro. Y así fue como el mundo de las hadas, flores y magia se llenó de alegría, amistad y amor por la naturaleza.

Las haditas enseñaron a todos los demás habitantes del jardín sobre la importancia de trabajar juntos para crear un mundo mejor. Y colorín colorado, este cuento ha terminado.

FIN.

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