Las guardianas del bosque junto a Flora
Había una vez tres amigas llamadas Lola, Ana y Sofía que decidieron aventurarse en un bosque mágico cerca de su pueblo. Las tres niñas reían y jugaban mientras exploraban entre los árboles altos y el suave murmullo del arroyo.
De repente, un destello brillante las sorprendió. Era un hada del bosque, con alas transparentes y una sonrisa cálida en su rostro.
El hada se acercó a las niñas y les dijo: "¡Hola, queridas! Soy Flora, el hada guardiana de este bosque. Estoy aquí para enseñarles la importancia de cuidar nuestro hogar natural". Las niñas se quedaron boquiabiertas ante la presencia del hada.
Flora les explicó que cada ser vivo en el bosque estaba interconectado y que era responsabilidad de todos protegerlo. Les mostró cómo reagarrar la basura que encontraran en el camino, cuidar de los animales silvestres y no dañar las plantas.
Lola, Ana y Sofía escuchaban atentamente cada palabra de Flora mientras caminaban juntas por el bosque. De repente, escucharon un llanto proveniente de un arbusto cercano. Se acercaron con cuidado y descubrieron a un pajarito herido. "¡Pobrecito! ¿Qué le pasó?", exclamó Ana preocupada.
Flora les indicó cómo curar al pajarito con unas hierbas especiales y vendas improvisadas con hojas suaves. Las niñas trabajaron juntas para ayudar al pequeño pájaro herido. Después de sanarlo, el pajarito revoloteó jubiloso alrededor de las niñas como si les diera las gracias.
Flora sonreía orgullosa al ver la empatía y bondad en los corazones de las amigas. Mientras continuaban su recorrido por el bosque, llegaron a un claro donde vieron árboles talados sin control alguno.
"¡Esto es horrible! ¿Por qué cortan tantos árboles?", preguntó Sofía con tristeza en sus ojos. Flora explicó que era importante plantar nuevos árboles para reemplazar a los que habían sido cortados irresponsablemente.
Las niñas se comprometieron a regresar al bosque con sus familias para plantar más árboles juntos. Al final del día, cuando el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, Flora abrazó a las tres amigas con cariño y gratitud por haber aprendido tanto sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
"Gracias por escuchar mis enseñanzas hoy", dijo Flora con voz melodiosa. "Recuerden siempre ser guardianas del bosque y promover la armonía entre todos los seres vivos".
Las tres amigas asintieron solemnemente antes de despedirse del hada del bosque y regresar a casa llevando consigo no solo bellos recuerdos sino también un compromiso renovado hacia la naturaleza que los rodeaba.
Desde ese día en adelante, Lola, Ana y Sofía se convirtieron en defensoras apasionadas del medio ambiente, inspirando a otros niños a seguir sus pasos hacia un mundo más verde y sostenible gracias a la sabiduría compartida por el hada Flora en aquel mágico encuentro en el bosque encantado.
FIN.