Las Hadas del Lago Espejo



En un bosque encantado, donde los árboles susurraban secretos al viento, existía un lago mágico conocido como el Lago Espejo. Este lago era famoso en todo el reino porque, al amanecer, las hadas del bosque se reunían a su alrededor para cantar melodías que llenaban el aire de alegría y felicidad. Las hadas eran pequeñas criaturas luminosas con alas iridiscentes y risas que sonaban como campanillas. Pero había una hada en particular, llamada Lila, que tenía una voz más hermosa que cualquier otra.

Una mañana, mientras Lila practicaba su canto, notó que la atmósfera estaba más tranquila de lo habitual. "¿Por qué está tan callado el bosque hoy?"- se preguntó.

Decidió volar hacia el corazón del bosque para averiguarlo. Al llegar, se encontró con un grupo de animales que parecían preocupados. Un conejo blanco, un zorro astuto y un pajarito azul estaban reunidos en un claro.

"¿Qué pasa, amigos?"- preguntó Lila.

El conejo, temblando un poco, respondió: "El río que fluye junto al bosque se ha secado. Sin el agua, no podemos beber y las plantas están empezando a marchitarse."-

"Hemos intentado encontrar una solución, pero no sabemos qué hacer"-, añadió el pajarito.

Lila pensó por un momento. Ella sabía que el canto de las hadas tenía el poder de traer alegría y, quizás, también podía ayudar a recuperar el agua del río. "Si cantamos juntas y llenamos el bosque de esperanza, quizás el río vuelva"- sugirió.

Los animales se miraron entre sí, y el zorro dijo: "No estoy seguro de que eso funcione, pero estoy dispuesto a intentarlo si eso nos da un poco de esperanza."- Lila asintió y se puso en marcha. Juntos, se dirigieron al Lago Espejo, donde las demás hadas ya estaban congregadas.

Al llegar, Lila explicó la situación y su plan. Las hadas, aunque estaban dudando, decidieron unirse a ella. "Si nuestra música puede dar vida al bosque, ¡entonces lo haremos!"- exclamó una de ellas.

Las hadas se alinearon en una fila, y comenzaron a cantar una melodía suave y esperanzadora. Las palabras de su canción hablaban de amistad, amor y la importancia del agua. El eco de su canto resonó en todo el bosque, despertando a todos los seres vivos. Pero el río seguía seco.

Lila no se rindió. "¡Vamos a intentar otra vez!"- gritó con entusiasmo. Esta vez, decidió invitar a los animales a unirse a la canción. "Si todos nos unimos a nuestro canto, la naturaleza lo escuchará más fuerte"- propuso.

Así que el conejo, el zorro, el pajarito y todos los animales del bosque comenzaron a cantar junto con las hadas. Con el tiempo, la melodía se volvió más poderosa. Se unieron tantas voces que el bosque entero vibraba con su canto.

De repente, un fuerte murmullo se escuchó a lo lejos. Todos se quedaron en silencio y miraron hacia el río. Para su asombro, las aguas comenzaron a fluir nuevamente. "¡Miren!"- exclamó el conejo.

Las hadas y los animales comenzaron a saltar de alegría al ver cómo el río volvía a la vida, llenándose de agua clara y brillante. Lila sonrió, sintiendo una profunda felicidad. "Lo logramos juntos. Nuestra amistad y nuestro canto fueron más fuertes que la adversidad"- dijo, abrazando a sus amigos.

Desde aquel día, las hadas del Lago Espejo y los animales del bosque no solo cantaban para celebrar la vida, sino también para recordarles a todos que la unidad y la esperanza pueden superar cualquier obstáculo. Y así, el bosque nunca volvió a estar callado, siempre lleno de música y alegría.

Y cada vez que escuches a una hada cantar, recuerda que la magia de la amistad es más poderosa de lo que imaginas.

FIN.

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