Las hadas guardianas del bosque



Nina era una niña muy curiosa y aventurera. Todos los días, ella caminaba junto a su hermana hacia el colegio San Pablo. Siempre estaban acompañadas por sus amigas Luisi y Amandu, quienes también vivían cerca.

Un día, mientras caminaban por el bosque rumbo al colegio, escucharon un ruido extraño proveniente de unos arbustos cercanos. Llenas de curiosidad, se acercaron sigilosamente para ver qué estaba pasando.

Para su sorpresa, encontraron a un pequeño ser con alas brillantes y vestido con hojas y flores. Era un hada del bosque. Nina y sus amigas no podían creerlo. "¡Miren chicas! ¡Es un hada del bosque!", exclamó Nina emocionada.

El hada se percató de la presencia de las niñas y les sonrió amablemente. "Hola queridas niñas", saludó el hada con voz dulce. "Soy Ada, la guardiana del bosque". Las niñas quedaron maravilladas ante semejante encuentro mágico. "¿Qué haces aquí?", preguntó Luisi intrigada.

Ada explicó que había perdido su varita mágica durante una tormenta y necesitaba ayuda para encontrarla antes de que alguien más la encontrara y usara su poder irresponsablemente.

Las cuatro amigas no lo pensaron dos veces y se ofrecieron a ayudar a Ada en su búsqueda. Sabían que debían trabajar juntas para lograrlo. Durante todo ese día exploraron cada rincón del bosque en busca de la varita mágica perdida. Se enfrentaron a obstáculos como puentes inestables, arañas gigantes y enredaderas traicioneras.

Pero con valentía y astucia, lograron superar cada uno de ellos. "¡Miren chicas! ¡La varita mágica!", exclamó Amandu emocionada al encontrarla cerca de un riachuelo.

Ada agradeció a las niñas por su ayuda y les prometió que siempre estaría allí para proteger el bosque y sus habitantes. Luego, Ada usó su magia para recompensar a las niñas por su valentía y amistad. Las convirtió en hadas honorarias del bosque, dándoles alas mágicas para que pudieran volar cuando quisieran.

Desde ese día, Nina, Luisi y Amandu visitaban regularmente el bosque junto a Ada. Juntas aprendieron sobre la importancia de cuidar la naturaleza, respetar a los animales y vivir en armonía con el entorno.

Cada vez que volaban entre los árboles con sus nuevas alas mágicas, recordaban la aventura que las había unido y cómo habían demostrado ser verdaderas amigas. Además, se sentían orgullosas de poder ayudar al hada Ada a proteger el bosque.

Y así fue como Nina y sus amigas descubrieron que incluso las cosas más extraordinarias pueden ocurrir cuando se tiene curiosidad, valentía y una gran amistad.

FIN.

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