Las haditas de la luz



Había una vez en un mágico bosque encantado, donde las hadas bailaban entre las flores y los árboles susurraban secretos al viento. En este lugar vivían dos haditas muy especiales: Florinda y Melisa.

Florinda era conocida por su valentía y determinación, siempre dispuesta a ayudar a quienes lo necesitaran. Por otro lado, Melisa destacaba por su creatividad y alegría contagiosa. Juntas formaban un dúo imparable que irradiaba luz y bondad por todo el bosque.

Un día, una sombra oscura comenzó a extenderse sobre el bosque. Los animales se escondían asustados y las flores perdían su brillo. Las hadas sabían que algo malo estaba ocurriendo y decidieron investigar.

"¿Qué está pasando, Florinda? El bosque parece estar perdiendo su magia", dijo Melisa con preocupación. "No lo sé, Melisa, pero debemos descubrirlo y detenerlo antes de que sea demasiado tarde", respondió Florinda con determinación. Las hadas emprendieron entonces un viaje por el bosque en busca de respuestas.

Se encontraron con criaturas misteriosas que les hablaban en susurros ininteligibles y senderos ocultos que las llevaban a lugares desconocidos. Pero nada las detenía en su misión de salvar el bosque.

Finalmente, llegaron a la cueva más profunda del bosque, donde encontraron a la malvada bruja Oscuria tejiendo hechizos oscuros para robar toda la magia del lugar. "¡Detente, Oscuria! Sabemos lo que estás haciendo y no lo permitiremos", gritó Florinda valientemente.

La bruja se rió con malicia y lanzó un rayo oscuro hacia las hadas, pero en ese momento Melisa brilló con una luz tan intensa que logró contrarrestar el hechizo de Oscuria. La cueva se llenó de colores brillantes y la magia regresó al bosque.

Oscuria huyó asustada ante tanta luz y poder reunido en Florinda y Melisa. Las hadas regresaron triunfantes al corazón del bosque, donde fueron recibidas con alegría por todas las criaturas que habitaban allí.

Desde ese día, Florinda y Melisa se convirtieron en leyendas del bosque encantado, recordadas por su valentía e ingenio para proteger la magia de aquel lugar tan especial.

Y así fue como dos pequeñas haditas demostraron que incluso los seres más diminutos pueden tener un gran impacto cuando actúan juntos con amor y valentía. Y colorín colorado este cuento ha terminado ¡Que tengas dulces sueños Milagros!

FIN.

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