Las hermanas del compromiso



Había una vez tres hermanas llamadas Sofía, Valentina y Luciana. Vivían con su papá, quien era muy estricto y les ponía condiciones para poder salir los fines de semana.

Un día, el papá reunió a las tres hermanas en la sala de estar. Tenía una sonrisa misteriosa en su rostro mientras les decía: "Chicas, he decidido que a partir de ahora podrán salir los fines de semana, pero tienen que cumplir ciertas condiciones".

Las tres hermanas se miraron emocionadas y curiosas por saber cuáles eran esas condiciones. El papá continuó: "La primera condición es que cada una debe hacer algo bueno por otra persona durante la semana.

No importa qué sea, puede ser ayudar a un amigo en la escuela o hacerle compañía a alguien que esté triste". Sofía fue la primera en responder: "¡Eso suena genial! Seguro puedo encontrar muchas maneras de ayudar". Valentina asintió emocionada y Luciana también mostró interés.

Pero el papá no había terminado. "La segunda condición es que deben estudiar y sacar buenas notas en la escuela", agregó. Las tres hermanas sabían lo importante que era para su papá la educación, así que aceptaron sin dudarlo.

Por último, el papá dijo: "Y la tercera condición es que deben mantener limpio su cuarto todo el tiempo". Las chicas suspiraron al escuchar esto ya que siempre dejaban un desorden detrás de ellas.

Desde ese día, Sofía, Valentina y Luciana se comprometieron a cumplir todas las condiciones impuestas por su padre para poder salir los fines de semana. Durante la semana, se esforzaron por hacer buenas acciones, ayudando a sus amigos y a las personas que las rodeaban.

En la escuela, estudiaron con dedicación y sacaron las mejores notas que pudieron. Y en casa, mantuvieron sus cuartos limpios como nunca antes lo habían hecho. Pasaron varias semanas y el papá estaba cada vez más orgulloso de sus hijas.

Un viernes por la tarde, les dijo: "Chicas, han cumplido todas las condiciones durante mucho tiempo y estoy muy feliz con ustedes. A partir de ahora podrán salir los fines de semana sin ninguna restricción".

Las tres hermanas saltaron de alegría y abrazaron a su papá emocionadas. Sabían que había valido la pena todo el esfuerzo que habían puesto para cumplir las condiciones.

A partir de ese día, Sofía, Valentina y Luciana siguieron siendo excelentes estudiantes, siempre dispuestas a ayudar a los demás y mantener su hogar ordenado. Se dieron cuenta de que no solo disfrutaban de salir los fines de semana, sino también del sentimiento maravilloso que les dejaba el ser buenas personas.

Y así es como estas tres hermanas aprendieron la importancia del compromiso, la responsabilidad y el valor del esfuerzo diario para poder alcanzar nuestras metas. Desde entonces, vivieron felices sabiendo que podían lograr cualquier cosa si se lo proponían. Fin

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!