Las Heroínas de la Nevisca


Era un día frío y nevado en la pequeña ciudad donde vivían Uma y Vera. Las calles estaban cubiertas de nieve, lo que hacía difícil caminar por ellas.

Sin embargo, las dos amigas decidieron ir al colegio temprano para poder jugar juntas antes de que empezaran las clases. Uma y Vera se encontraron en el camino hacia el colegio. Ambas llevaban sus mochilas a cuestas y estaban bien abrigadas para enfrentar el frío.

La nieve estaba tan alta que era difícil avanzar, pero no se rindieron ante la adversidad. - ¡Hola Vera! - saludo Uma con alegría. - ¡Hola Uma! - respondió Vera con una sonrisa. Las dos continuaron caminando juntas hacia el colegio.

A medida que avanzaban, la nieve se volvía cada vez más profunda y pesada. - ¿Crees que llegaremos a tiempo? - preguntó Vera preocupada. - Claro que sí, solo tenemos que seguir adelante - respondió Uma con determinación.

A pesar de las dificultades del camino, Uma y Vera seguían avanzando sin detenerse. Luego de un rato largo de caminar por la nieve, finalmente llegaron al colegio. Para su sorpresa, descubrieron que eran las únicas estudiantes presentes en ese momento.

El resto había decidido quedarse en casa debido al mal clima. - Parece ser que somos las únicas valientes hoy - dijo Uma riendo. - Sí, definitivamente estamos hechas para grandes cosas - agregó Vera con una sonrisa cómplice.

Las dos amigas entraron al salón de clases vacío y comenzaron a jugar a las escondidas. La nieve que cubría el patio del colegio les daba una ventaja para ocultarse. De repente, escucharon un ruido extraño en el salón contiguo.

Se asomaron por la ventana y descubrieron que había un lindo perro atrapado en el jardín, rodeado de nieve alta. - ¡Tenemos que ayudarlo! - exclamó Uma preocupada. - Sí, pero ¿cómo lo haremos? - preguntó Vera pensativa.

Las dos amigas se pusieron manos a la obra. Buscaron una cuerda y con ayuda de algunas herramientas escolares lograron construir una especie de puente sobre la nieve para llegar hasta el perro y rescatarlo.

El perro estaba muy agradecido por su ayuda y comenzó a seguirles por todas partes. Era un animalito muy juguetón y simpático, así que Uma y Vera decidieron adoptarlo como mascota del colegio.

Finalmente llegó el resto de los estudiantes al colegio, sorprendidos al ver al nuevo amigo animal de Uma y Vera. Las dos amigas se sintieron orgullosas de haber enfrentado sus miedos para salvar al pequeño animalito.

Desde ese día en adelante, Uma y Vera se convirtieron en las heroínas del colegio. Todos los estudiantes las admiraban por su valentía e ingenio frente a cualquier adversidad.

A partir de entonces, cada vez que había dificultades o problemas en el colegio, todos sabían que podían contar con la determinación y astucia de Uma y Vera para encontrar soluciones creativas a cualquier desafío.

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