Las hormiguitas vecinas



En un hermoso jardín vivían dos colonias de hormigas vecinas. Una colonia era de hormigas rojas y la otra de hormigas negras.

Durante mucho tiempo, las hormigas rojas y las hormigas negras vivieron en paz y armonía, ayudándose mutuamente en caso de necesidad. Un día, una violenta tormenta azotó el jardín y destruyó parte de la colonia de hormigas rojas.

Las hormigas negras, al ver la difícil situación de sus vecinas, decidieron tenderles una pata y ayudarlas a reconstruir su hogar. Juntas, trabajaron incansablemente hasta que la colonia de hormigas rojas estuvo nuevamente en pie. A partir de ese día, las dos colonias se convirtieron en una gran familia, aprendiendo a valorar la importancia de la solidaridad y la colaboración.

Las hormiguitas vecinas demostraron que, a pesar de las diferencias, siempre es posible construir lazos de amistad y trabajar juntos por un mismo objetivo.

FIN.

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