Las Lesbis y el Jardín en Peligro



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Arcoiris, un grupo de amigas muy especiales. Estas amigas eran las Lesbis, unas mariposas coloridas que vivían en un hermoso jardín lleno de flores y plantas exuberantes.

Las Lesbis eran diferentes a las demás mariposas del jardín. No solo por su vibrante y variada paleta de colores, sino también porque todas ellas eran hembras. Juntas formaban una comunidad llena de amor y diversidad.

Un día, mientras volaban entre las flores, las Lesbis notaron algo extraño: algunas plantas estaban marchitando y perdiendo su color. Preocupadas por la salud del jardín, decidieron investigar qué estaba pasando.

Se acercaron a Rosa, una rosa roja brillante que siempre se destacaba por su belleza y sabiduría. Rosa les explicó que el jardín estaba perdiendo vida debido a la falta de agua y cuidados adecuados. Las Lesbis no podían permitir que su hogar se desvaneciera así.

Decidieron trabajar juntas para encontrar una solución. Primero fueron a buscar al señor Sol para pedirle ayuda con el riego del jardín. Al llegar al cielo azul donde habitaba el señor Sol, encontraron a Luna, la encargada de velar por la noche mientras él descansaba.

Luna les contó que el señor Sol había salido temprano esa mañana y aún no había regresado.

Preocupadas pero determinadas, las Lesbis decidieron esperar pacientemente hasta que el señor Sol volviera para poder hablar con él sobre la importancia del agua para el jardín. Mientras tanto, se pusieron a trabajar en otras tareas para mejorar el lugar. Durante su espera, las Lesbis conocieron a Margarita, una pequeña flor que se sentía triste y opacada porque no tenía amigos.

Las Lesbis le ofrecieron su amistad y le enseñaron a cuidarse y florecer como ella merecía. Pasaron los días y finalmente el señor Sol regresó al cielo.

Las Lesbis volaron rápidamente hacia él para contarle lo que estaba pasando en el jardín y pedirle ayuda con el riego. El señor Sol escuchó atentamente a las Lesbis y comprendió la importancia de mantener vivo ese hermoso lugar lleno de vida.

Prometió hacer todo lo posible por brindarles la cantidad adecuada de luz y calor para que las plantas pudieran crecer saludables. Con la colaboración del señor Sol, las plantas comenzaron a recuperarse poco a poco.

El jardín volvía a vibrar con colores intensos y aromas exquisitos gracias al esfuerzo conjunto de todos sus habitantes. Las Lesbis aprendieron una valiosa lección: que cuando trabajamos juntos, sin importar nuestras diferencias, podemos lograr grandes cosas.

Aprendieron también la importancia de cuidar nuestro entorno y cómo cada uno puede hacer su parte para preservarlo. Así, las Lesbis continuaron viviendo en Arcoiris junto a todas las demás mariposas del jardín.

Siempre recordaban aquellos días en los que unieron fuerzas para salvar su hogar y compartían esa historia con orgullo con todas aquellas nuevas mariposas que llegaban al lugar. Y así, la historia de las Lesbis se convirtió en una fuente de inspiración para todos los que escuchaban su relato.

Una historia llena de amor, amistad y trabajo en equipo, que nos enseña a cuidar y preservar lo que más queremos: nuestro hogar.

FIN.

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