Las letras aventureras



Un día soleado, Francisco y sus amigos estaban disfrutando del recreo en el colegio. A todos les encantaba jugar al fútbol y siempre buscaban nuevas formas de divertirse. Pero esa tarde, Francisco tuvo una idea brillante.

"¡Chicos, vamos a buscar las letras para formar la palabra —"pelota" !", exclamó emocionado. Todos los niños se entusiasmaron con la propuesta y comenzaron a buscar las letras por todo el patio.

Sin embargo, algo extraño sucedió: las letras parecían tener vida propia y se movían rápidamente por todas partes. Francisco seguía corriendo detrás de una —"p" , pero esta saltó sobre un árbol y desapareció entre las ramas.

Intentó atrapar una —"e" , pero esta rodó hasta el arenero y se enterró en la arena. Sus amigos también tenían problemas similares. "¡No puedo creerlo! Las letras están jugando escondite con nosotros", dijo Sofía frustrada. "Tienes razón, parece que no quieren que formemos la palabra —"pelota" ", agregó Juanito decepcionado.

Pero Francisco no se dejó vencer tan fácilmente. Recordó algo muy importante que su maestra les había enseñado en clase: "Si quieres lograr algo, debes ser perseverante".

Así que Francisco reunió a sus amigos alrededor de él y dijo con determinación:"Chicos, sé que podemos encontrar todas las letras si trabajamos juntos. Vamos a dividirnos en equipos y cada uno buscará una letra específica". Los niños asintieron emocionados ante la propuesta de Francisco.

Decidieron dividirse en tres grupos: uno buscaría las vocales, otro las consonantes y el último buscaría la letra —"a"  que aparecía dos veces en la palabra. Con entusiasmo renovado, los niños comenzaron su búsqueda.

Francisco y su equipo encontraron una —"p"  escondida detrás de un árbol, mientras que Sofía y su grupo descubrieron una —"e"  debajo de un banco. Juanito y su equipo tuvieron éxito al encontrar las dos letras —"a" .

Poco a poco, las letras fueron apareciendo y los niños se emocionaban cada vez más con cada hallazgo. Finalmente, después de mucho esfuerzo y trabajo en equipo, lograron formar la palabra completa: —"pelota" . Los niños celebraron con alegría su victoria y decidieron jugar al fútbol con la pelota recién encontrada.

Fue un partido lleno de risas y diversión. En ese momento, el director del colegio se acercó al patio para ver qué estaba pasando. Al ver a los niños tan felices jugando juntos, sonrió satisfecho.

"¡Qué bien lo están pasando! Me alegra verlos trabajando en equipo", dijo el director. Los niños se sintieron orgullosos de sí mismos por haber superado el desafío de encontrar las letras y por haber aprendido sobre la importancia de trabajar juntos para lograr algo difícil.

Desde ese día, Francisco siguió escribiendo muchas palabras nuevas para compartir con sus amigos durante el recreo. Y siempre recordaban aquel día en que persiguieron letras traviesas por todo el patio para formar la palabra —"pelota" .

Una experiencia inolvidable que les enseñó importantes lecciones sobre perseverancia, trabajo en equipo ¡y mucha diversión!

FIN.

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