Las letras del universo



Había una vez un niño llamado Héctor que vivía en un pequeño pueblo en la Tierra. Un día, mientras jugaba en el parque, Héctor se cayó y se golpeó la cabeza.

Cuando se levantó, se dio cuenta de que había olvidado su propio nombre. Héctor estaba muy triste por no poder recordar quién era. Decidió emprender una aventura para encontrar su verdadero nombre.

Con valentía, subió a su nave espacial y comenzó a explorar el vasto universo. Su primera parada fue en el planeta Mercurio. Allí, encontró una mágica criatura llamada Marta, quien le dijo: "Hola, soy Marta y te regalo la M porque eres Maravilloso".

Héctor sonrió y guardó la letra M con mucho cuidado. Continuando su viaje espacial, llegó al planeta Venus donde conoció a Víctor, un ser amable que le entregó la letra V diciendo: "Aquí tienes la V porque eres Valiente". El siguiente destino fue el planeta Júpiter.

Allí conoció a Juanita, una simpática extraterrestre que le obsequió la letra J junto con las palabras: "Te doy esta J porque eres Juicioso".

Después de visitar Saturno y recibir la S de Sofía por ser Sabio, Héctor llegó al misterioso planeta Urano donde Úrsula le dio la U diciendo: "Toma esta U porque eres Único". Siguiendo su camino hacia Neptuno, Héctor encontró a Nicolás quien le otorgó la N por ser Noble.

Luego, en el planeta Tierra, conoció a Esteban quien le dio la E por ser Entusiasta. Héctor estaba muy emocionado con todas las letras que había recolectado y se sentía más cerca de descubrir su verdadero nombre. Sin embargo, aún faltaba una letra: la O.

Decidió viajar al último planeta del sistema solar, Plutón, pero allí no encontró ninguna criatura dispuesta a darle la tan ansiada letra O. Héctor estaba desanimado y pensó que nunca podría recuperar su nombre completo.

Justo cuando estaba a punto de rendirse, vio un destello brillante en el cielo estrellado. Era el planeta Orion que había escuchado sobre su búsqueda y quería ayudarlo.

Desde lo más profundo de sus constelaciones, Orion le entregó la O diciendo: "Aquí tienes la O porque eres Original". Héctor estaba emocionado y feliz al tener todas las letras para formar su nombre completo: Héctor. Agradeció a todos los planetas y extraterrestres que le habían ayudado en esta increíble aventura espacial.

De regreso en su pueblo natal, Héctor contó a todos sobre su viaje y cómo había recuperado su nombre gracias a los amables seres del universo.

Su historia inspiró a otros niños a perseguir sus sueños sin importar los obstáculos que encuentren en el camino. Desde ese día, Héctor siempre recordaría quién era y valoraría cada letra de su nombre como un tesoro especial lleno de cualidades positivas.

Y así termina esta historia infantil llena de magia y enseñanzas donde aprendimos que, aunque a veces olvidemos quiénes somos, siempre habrá alguien o algo dispuesto a ayudarnos a recordarlo.

FIN.

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