Las letras perdidas de Vasil



Había una vez un niño llamado Vasil, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques. Era un niño curioso y aventurero, siempre dispuesto a descubrir cosas nuevas.

Un día, mientras jugaba en el jardín de su casa, una ráfaga de viento se llevó las letras que formaban su nombre. Vasil quedó sorprendido al ver cómo desaparecían una a una en el aire. Sin su nombre, se sentía perdido y triste.

Decidido a encontrarlas, Vasil comenzó su búsqueda. Caminó por calles empedradas y atravesó ríos cristalinos hasta llegar al bosque encantado.

Allí encontró a un viejo sabio llamado Ismael, quien le dijo:"Para encontrar tu nombre, deberás embarcarte en diferentes aventuras donde cada letra será un tesoro escondido". Vasil asintió emocionado y aceptó el desafío propuesto por Ismael. La primera letra que debía encontrar era la —"V" . Con valentía y determinación, se adentró en una cueva oscura llena de murciélagos.

Después de sortear obstáculos y superar sus miedos más profundos, encontró la letra brillando entre las rocas. "¡Lo logré!", exclamó emocionado Vasil mientras guardaba la —"V"  en su bolsillo.

Con renovada energía, continuó su camino hacia la siguiente letra: la —"A" . Esta vez llegó hasta lo alto de una montaña nevada. El frío era intenso, pero eso no detuvo a Vasil. Escalando con cuidado, encontró la —"A"  escondida en una cueva de hielo.

"¡Soy un aventurero valiente!", se dijo a sí mismo mientras seguía adelante. La siguiente letra era la —"S" . Vasil navegó por un río salvaje lleno de rápidos y cascadas.

En medio de la corriente, encontró una isla misteriosa donde las serpientes gigantes custodiaban su tesoro. Con astucia y agilidad, logró arrebatarles la —"S" . "¡Voy por buen camino!", exclamó Vasil con alegría. La cuarta letra era la —"I" .

Para encontrarla, tuvo que sumergirse en el océano profundo. Nadando entre peces multicolores y corales brillantes, descubrió una antigua ciudad submarina. Allí, entre los restos de un barco naufragado, encontró la ansiada —"I" . "Estoy más cerca que nunca", susurró Vasil emocionado.

Finalmente, llegó el momento de buscar la última letra: la —"L" . Siguiendo las indicaciones del sabio Ismael, Vasil llegó a un bosque encantado lleno de criaturas mágicas.

Después de una larga búsqueda y algunos encuentros sorprendentes con duendes juguetones y hadas risueñas, encontró la última letra colgando de un árbol centenario. Con todas las letras reunidas en su bolsillo, Vasil regresó al pueblo. Corrió hacia su casa donde lo esperaba ansioso su abuelo Miguel.

Sacando las letras una a una del bolsillo le dijo:- ¡Abuelo Miguel! ¡Mira lo que encontré! ¡Mi nombre completo! —"Vasil" , susurró su abuelo con una sonrisa llena de orgullo. "Eres un verdadero héroe, mi querido nieto".

Desde aquel día, Vasil nunca más perdió su nombre. Aprendió que a través de la valentía y la perseverancia se pueden superar cualquier obstáculo. Y así, siguió viviendo aventuras y explorando el mundo, sabiendo siempre quién era: Vasil, el niño valiente y curioso.

FIN.

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