Las luciérnagas valientes



Había una vez en un hermoso bosque, un grupo de luciérnagas llamadas Lili, Lucas, Lola y León. Eran las luciérnagas más brillantes y amigables del lugar.

Siempre estaban juntas y se divertían mucho volando por el bosque iluminándolo con sus destellos. Un día, mientras jugaban cerca de un lago, escucharon un ruido extraño proveniente de la maleza. Se acercaron con curiosidad y descubrieron a su amiga Lucía la mariposa atrapada en una telaraña gigante.

"¡Oh no! ¡Lucía está en problemas!"- exclamó Lili preocupada. "Tenemos que ayudarla"- dijo Lucas valientemente. Sin perder tiempo, los cuatro amigos idearon un plan para rescatar a Lucía.

Decidieron que León usaría su fuerza para romper la telaraña mientras Lola distraería al temible araña llamada Arturo. Cuando todo estaba listo, León corrió hacia la telaraña y comenzó a empujarla con todas sus fuerzas. Pero era tan fuerte que no podía romperla.

Mientras tanto, Lola volaba alrededor de Arturo haciendo piruetas y destellos brillantes para llamar su atención. "Oye Arturo ¡mira qué bonita soy!"- decía Lola tratando de distraerlo. Arturo se quedó mirándola fascinado por su belleza y olvidó por completo lo que estaba haciendo.

Sin darse cuenta dejó de prestar atención a Lucía. Aprovechando esta oportunidad, León dio un último empujón y finalmente logró romper la telaraña. Lucía quedó libre y voló rápidamente hacia sus amigos. "¡Gracias chicos! ¡Estaba tan asustada!"- dijo Lucía emocionada.

Los cuatro amigos se abrazaron felices por haber rescatado a su amiga. Pero de repente, Arturo se dio cuenta de lo que había sucedido y comenzó a perseguirlos furioso. "¡Corran chicos, Arturo nos está siguiendo!"- gritó Lucas asustado.

El grupo de luciérnagas voló tan rápido como pudieron para escapar del enojado araña. Sin embargo, Arturo era muy rápido y pronto los alcanzó. En ese momento, Lili tuvo una idea brillante.

Se detuvo abruptamente e iluminó el camino delante de ellos con una luz muy intensa. Esto confundió tanto a Arturo que se cayó en un montón de hojas secas y quedó atrapado. Finalmente, los amigos lograron escapar y encontraron un lugar seguro donde descansar.

Estaban agotados pero felices de estar juntos nuevamente. "Amigos, siempre estaremos aquí el uno para el otro"- dijo Lola sonriendo. "Así es, juntos podemos superar cualquier problema"- agregó León. "Somos un equipo increíble"- concluyó Lucas orgulloso.

"Y siempre debemos ayudarnos mutuamente cuando alguien lo necesite"- añadió Lili sabiamente. Desde ese día, las luciérnagas entendieron la importancia de la amistad y la ayuda mutua. Siempre estuvieron dispuestas a ayudarse entre sí y a otros animales del bosque cuando lo necesitaran.

Juntos, iluminaron el bosque con su amistad y bondad, haciendo de él un lugar más seguro y feliz para todos.

Y así, las luciérnagas enseñaron a los niños que cuando nos apoyamos mutuamente, somos capaces de enfrentar cualquier dificultad que se presente en nuestras vidas.

FIN.

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