Las maestras superhéroes de Villa Feliz



Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, un jardín de infantes muy especial. Las maestras del lugar, la Señorita Laura y la Señorita Sofía, no eran maestras comunes y corrientes.

¡Eran superhéroes disfrazados! Cada día, las maestras llegaban al jardín con sus capas escondidas debajo de sus abrigos. Nadie en el pueblo sabía su secreto, excepto los niños del jardín, claro está.

La Señorita Laura era conocida como "La Rápida", porque podía moverse a una velocidad increíble. Y la Señorita Sofía era "La Inteligente", porque tenía una mente brillante capaz de resolver cualquier problema.

Un día soleado de primavera, mientras los niños jugaban en el patio del jardín, se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo. Un grupo de ladrones había llegado al pueblo y estaba causando estragos por todas partes. -¡Tenemos que hacer algo! -exclamó la Señorita Laura-.

¡No podemos permitir que estos malhechores arruinen nuestro querido Villa Feliz! -¡Tienes razón! -respondió la Señorita Sofía-. ¡Es hora de actuar! Las dos maestras se miraron y supieron exactamente lo que tenían que hacer. Rápidamente se quitaron sus abrigos para revelar sus trajes superpoderosos.

-¡Somos las Maestras Superhéroes! -gritaron al unísono. Con un salto impresionante y velocidades asombrosas, las maestras volaron hacia el lugar donde los ladrones estaban causando estragos. Los niños del jardín se quedaron asombrados al ver a sus queridas maestras convertirse en superhéroes.

-¡No teman, pequeños! -exclamó La Rápida-. ¡Las Maestras Superhéroes estamos aquí para protegerlos! Mientras tanto, los ladrones no podían creer lo que veían.

Dos mujeres vestidas de colores brillantes y capas ondeando en el viento se acercaban rápidamente hacia ellos. -¡Huyamos! -gritó uno de los ladrones-. ¡Estas maestras tienen poderes especiales! Pero las Maestras Superhéroes eran más rápidas y más inteligentes que cualquier ladrón.

Con su velocidad y astucia, lograron atrapar a todos los malhechores y entregarlos a la policía. Los niños del jardín aplaudieron emocionados cuando sus maestras regresaron victoriosas. Estaban orgullosos de tener a dos superhéroes como sus guías en el jardín de infantes.

Desde aquel día, las Maestras Superhéroes siguieron enseñando a los niños con pasión y dedicación. Pero ahora, también les enseñaban valores importantes como la valentía, la amistad y la bondad.

Y así, cada vez que Villa Feliz necesitaba ayuda o alguien estaba en peligro, sabían que podían contar con las Maestras Superhéroes para salvar el día.

FIN.

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