Las manzanas valientes
Había una vez en un hermoso campo, dos amigas llamadas Nahiara y Kiara. Ambas eran manzanas muy especiales, con colores vivos y sabores deliciosos. Vivían felices entre los árboles frutales, disfrutando de la vida al aire libre.
Un día, mientras paseaban por el campo, Nahiara y Kiara notaron que algo extraño estaba sucediendo. Las demás manzanas estaban tristes y preocupadas. Se acercaron a ellas para preguntar qué pasaba. - ¿Qué les ocurre? -preguntó Nahiara preocupada.
- ¡Oh! Es terrible -respondió una manzana llorando-. Los agricultores están planeando cortarnos a todas y llevarnos al mercado para vendernos. Nahiara y Kiara se miraron asustadas. No podían permitir que eso sucediera con sus amigas.
- ¡No te preocupes! -exclamó Kiara valientemente-. Encontraremos una manera de ayudar a todas las manzanas del campo. Decidieron buscar ayuda entre los animales del bosque. Primero se encontraron con Lucas, un conejo muy inteligente.
- Lucas, necesitamos tu ayuda -dijo Nahiara-. Los agricultores quieren cortar a todas las manzanas del campo. ¿Tienes alguna idea? Lucas pensó durante unos segundos y luego sonrió.
- Tengo una idea genial: podemos pedirle ayuda a Maxi, el perro guardián de la granja vecina. Él es muy bueno protegiendo cosas importantes. Las manzanas asintieron emocionadas e inmediatamente fueron en busca de Maxi. Lo encontraron descansando bajo un árbol. - ¡Maxi! -exclamó Kiara-.
Necesitamos tu ayuda para proteger a las manzanas del campo de los agricultores. ¿Nos ayudarías? Maxi se levantó y movió su cola con entusiasmo. - ¡Claro que sí! Será un honor proteger a todas las manzanas del campo.
Juntos, Nahiara, Kiara, Lucas y Maxi idearon un plan para mantener alejados a los agricultores. Colocaron carteles en el campo que decían "Prohibido entrar" y pusieron trampas falsas alrededor de los árboles frutales. Cuando los agricultores llegaron al campo, se asustaron al ver todos esos letreros y trampas.
Pensaron que algo peligroso estaba sucediendo allí y decidieron buscar otro lugar para recolectar sus frutas. Las manzanas del campo estaban a salvo gracias al ingenio de Nahiara, Kiara, Lucas y Maxi.
Celebraron con una gran fiesta en la que compartieron historias divertidas y sabrosos bocadillos hechos con las manzanas más dulces del campo. Desde ese día en adelante, todos aprendieron la importancia de trabajar juntos para proteger lo que es valioso.
Las manzanas del campo vivieron felices sabiendo que tenían amigos leales dispuestos a cuidarlas siempre. Y así, Nahiara y Kiara demostraron que incluso siendo pequeñas e indefensas, podían hacer grandes cosas cuando trabajaban en equipo.
FIN.