Las Mariposas Amarillas y la Huida de Malvina



Había una vez en un hermoso bosque, un grupo de mariposas amarillas que volaban libres y felices entre las flores.

Ellas eran conocidas por su color brillante y por ser mensajeras de alegría y esperanza para todos los animales del lugar. Un día, una malvada bruja llamada Malvina decidió capturar a todas las mariposas amarillas para mantenerlas prisioneras en jaulas y así robarles su magia. La noticia se propagó rápidamente por el bosque, sembrando temor entre los habitantes.

Las mariposas amarillas, al enterarse del plan de la bruja Malvina, se reunieron en secreto para idear un plan de escape. Sabían que debían actuar con astucia y valentía si querían volver a volar libremente por el bosque.

Una de las mariposas líderes, llamada Solange, propuso que cada una utilizara sus habilidades especiales para confundir a la bruja y lograr escapar. "Vamos a necesitar trabajar en equipo y ser creativas", dijo Solange con determinación.

Así fue como durante la noche siguiente, cuando la bruja Malvina llegó al bosque con sus redes para atrapar a las mariposas amarillas, se encontró con una sorpresa inesperada.

Las mariposas habían creado ilusiones ópticas con sus alas amarillas brillantes que confundieron a la bruja haciéndola perseguir sombras falsas mientras ellas escapaban hábilmente. Malvina gritaba furiosa mientras las mariposas amarillas lograban salir volando hacia la libertad.

Sin embargo, justo cuando parecía que habían conseguido huir sin problemas, un gran muro de espinos bloqueó su camino impidiéndoles continuar. "¡No podemos rendirnos ahora!", exclamó Solange. "Necesitamos un último esfuerzo para superar este obstáculo". Fue entonces que otra mariposa llamada Aurora recordó haber visto unas bellas flores nocturnas alrededor del muro de espinos.

Con decisión y trabajo en equipo, las mariposas amarillas comenzaron a revolotear alrededor del muro liberando polen de las flores nocturnas que hacía desaparecer los afilados espinos permitiéndoles pasar sin daño alguno.

Finalmente, las valientes mariposas amarillas lograron escapar de la malvada bruja Malvina y regresar a su hogar en el bosque donde fueron recibidas con alegría por todos los animales quienes celebraron su valentía y astucia.

Desde ese día en adelante, las mariposas amarillas continuaron siendo símbolo de esperanza y inspiración para todos en el bosque recordándoles que siempre hay una solución incluso frente a los mayores desafíos si se trabaja juntos con ingenio y determinación.

Y así vivieron felices volando libres entre las flores compartiendo su magia con todos aquellos que cruzaban su camino.

FIN.

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