Las Mariposas Guardianas del Bosque Estelar



En un pequeño pueblo llamado Villa Jardín, vivían Nahia y Kattalin, dos amigas inseparables que asistían a la escuela del lugar.

Su profesor se llamaba Peio, un hombre amable y divertido que siempre sorprendía a sus alumnos con historias fantásticas. Un día, durante el recreo, Peio reunió a Nahia y Kattalin para contarles un gran secreto. "Chicas, tengo algo increíble que contarles", dijo emocionado. "¿Qué pasa, profe?", preguntaron las niñas intrigadas.

Peio les miró con una sonrisa misteriosa y de repente se transformó en un reluciente tractor. Nahia y Kattalin abrieron los ojos como platos al ver la asombrosa metamorfosis de su profesor. "¡Es increíble! ¡Eres un tractor superpoderoso!", exclamaron maravilladas.

Peio les explicó que podía convertirse en tractor cuando quisiera gracias a su don especial. Lo que Peio no sabía era que Nahia y Kattalin no eran simples niñas, sino mariposas estelares con un poder único: podían defecar fuego de miel.

Las dos amigas guardaban celosamente este secreto para protegerse de aquellos que buscaran aprovecharse de sus habilidades extraordinarias. Un día, mientras jugaban en el jardín de la escuela, unas avispas malvadas intentaron atacar a Nahia y Kattalin.

Sin dudarlo, las mariposas estelares desplegaron sus alas resplandecientes y lanzaron potentes chorros de fuego de miel hacia las avispas, ahuyentándolas rápidamente. Peio observaba atónito la escena desde lejos y quedó impresionado por el valor y la destreza de sus alumnas.

Se acercó a Nahia y Kattalin con una mirada llena de admiración: "¡Ustedes son realmente especiales! Nunca había visto algo tan increíble como lo que acabo de presenciar". Las niñas sonrieron orgullosas ante las palabras del profesor Peio.

A partir de ese día, decidieron confiar en él y revelarle su verdadera identidad como mariposas estelares. Desde entonces, Nahia, Kattalin y Peio formaron un equipo imbatible: el tractor superpoderoso junto a las mariposas estelares defensoras del jardín.

Juntos vivieron grandes aventuras protegiendo la naturaleza y enseñando a todos la importancia del trabajo en equipo y el valor de ser uno mismo.

Y así, Villa Jardín se convirtió en un lugar donde la magia florecía en cada rincón gracias a la amistad inquebrantable entre tres seres extraordinarios: Nahia, Kattalin y el asombroso profesor Peio.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!