Las Misiones de la Escuela N6



Era un día soleado en la escuela N°6 de Los Altares. Los estudiantes, llenos de energía, esperaban ansiosos a su maestro de Ciencias, el señor López, quien había prometido una sorpresa para esa jornada.

- ¡Hola, chicos! - saludó el señor López desde la entrada del aula, con una sonrisa amplia en su rostro. - Hoy tenemos un reto especial. ¡Tendrán que cumplir dos misiones para poder salir a jugar en el recreo!

Los alumnos, emocionados, se miraron entre sí. Sabían que les esperaban aventuras.

- ¿Qué consisten esas misiones? - preguntó Valen, un chico con gafas y una curiosidad inagotable.

- La primera misión es recopilar información sobre el medio ambiente. Tienen que buscar en la biblioteca dos libros sobre plantas y animales nativos de nuestra región - explicó el maestro. - La segunda misión será organizar una pequeña obra de teatro sobre lo que aprendan, así todos podemos aprender de sus descubrimientos.

Mientras los estudiantes se apresuraban hacia la biblioteca, Sofía, la más creativa del grupo, tuvo una idea.

- ¿Y si hacemos algo diferente con la obra? - sugirió. - En lugar de solo representar lo aprendido, podríamos incluir un mensaje importante sobre cuidar nuestro planeta.

Todos estuvieron de acuerdo, y empezaron a investigar en los libros. Entre risas y asombro, descubrieron datos fascinantes sobre la flora y fauna local, como el Picaflor, un ave muy especial que solo se encuentra en su región.

- ¡Miren esto! - gritó Martín, señalando un fragmento sobre cómo se están destruyendo los hábitats de los Picaflores. - Debemos mencionarlo en nuestra obra.

Sin embargo, a medida que avanzaban, se dieron cuenta de que no tenían suficiente tiempo para preparar la obra, ya que el recreo se acercaba.

- Solo tenemos una hora más - dijo Samira, preocupada. - ¿Cómo haremos para que nuestras ideas queden bien?

- ¡Pensemos en una solución rápida! - propuso Valen. - Podríamos hacer una obra corta, pero poderosa. Mostremos lo que aprendimos en pequeñas escenas.

Todos aceptaron el desafío y comenzaron a ensayar. En poco tiempo, habían creado una obra que contaba la historia de un Picaflor que perdía su hogar pero, gracias a la ayuda de los niños, lograba recuperar un lugar seguro donde vivir.

- Esta parte será muy emotiva - dijo Sofía, mientras ensayaban una escena en la que los niños plantaban árboles. - ¡Transmite un mensaje fuerte sobre la importancia de cuidar nuestro planeta!

Finalmente, llegó el momento de presentar. El patio de la escuela se llenó de estudiantes que aplaudían y animaban.

- ¡Hola a todos! - comenzó Sofía. - Hoy les contaremos una historia muy especial que aprendimos, sobre el Picaflor y cómo todos podemos ayudar a cuidarlo.

La obra fue un éxito rotundo. Todos se rieron, aplaudieron y quedaron conmovidos por el mensaje que transmitieron. El señor López, emocionado y orgulloso, se dirigió al grupo.

- ¡Felicitaciones! No solo cumplieron las misiones, sino que también lograron inspirar a sus compañeros. - les dijo. - ¡Han aprendido la importancia de cuidar nuestro entorno!

Los estudiantes se abrazaron, sintiendo que habían logrado más que solo salir al recreo. Habían compartido una lección valiosa, la cual llevarían consigo para siempre.

Y así, el grupo de amigos salió felices a jugar, pero esta vez, con el compromiso de cuidar la naturaleza y transmitir ese mensaje a quienes los rodean. Su misión había sido completada, y eso les hizo sentir como verdaderos héroes del medio ambiente.

FIN.

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