Las Palabras Mágicas de Lila



En un colorido pueblito llamado Sonrisas, vivía una pequeña niña llamada Lila. Lila era conocida por su alegría y su risa contagiosa. Cada mañana, antes de salir de su casa, siempre decía: - ¡Buenos días, mundo! - Y el sol brillaba más fuerte al escucharla.

Una mañana, Lila decidió que quería ir al parque a jugar con sus amigos. Salió corriendo y, al salir, se encontró con su vecino, el señor Pablo, que caminaba muy despacio porque había perdido su sombrero. Lila, emocionada, se acercó y le dijo: - ¡Buenos días, señor Pablo! ¿Cómo está hoy? -

El señor Pablo la miró con una sonrisa y respondió: - ¡Buenos días, Lila! Estoy un poco triste porque no puedo encontrar mi sombrero favorito.

Lila, buscando ayudarlo, empezó a buscar a su alrededor. Mientras miraba en el césped, sin darse cuenta, pateó accidentalmente una pelota que se fue volando.

¡Zas! La pelota fue directo a la ventana de la señora Rosa, la mujer que cuidaba las plantas del parque. La ventana sonó, y la señora Rosa salió a ver qué había pasado.

- ¡Ay, no! Lo siento mucho, señora Rosa, no era mi intención romper su tranquilidad - dijo Lila, el rostro rojo de vergüenza.

La señora Rosa sonrió y dijo: - No te preocupes, Lila. A veces suceden accidentes. Agradezco que digas "lo siento". Es una palabra mágica que hace que todo se sienta mejor.

Lila se sintió un poco mejor, pero quería hacer más por la señora Rosa. Entonces, tuvo una idea.

- Señor Pablo, ¿puede ayudarme a arreglar esto? - le pidió. Juntos, fueron a recoger flores del parque que estaban cayendo de las macetas. Lila, al ver a la señora Rosa triste, decidió hacerle una tarjeta que decía: "Gracias por ser la mejor cuentera de plantas, ¡buenos días!"

Cuando terminó de decorarla, se la llevó a la señora Rosa.

- ¡Mire, señora Rosa! - dijo Lila, con entusiasmo. - Le hice una tarjeta para que sepa cuánto la apreciamos. ¡Buenos días!

- ¡Qué lindo detalle, Lila! Me has alegrado el día. Y ya que hablamos de palabras mágicas, quiero enseñarte una más: —"gracias" . Es otra de las palabras mágicas que en la vida son muy importantes.

Lila, con una gran sonrisa, respondió: - ¡Gracias, señora Rosa!

Juntas, Lila y la señora Rosa comenzaron a plantar nuevas flores en el parque, mientras el señor Pablo las ayudaba a llevar las macetas.

Desde ese día, Lila se dio cuenta de que las palabras mágicas "lo siento" y "buenos días" no solo eran bonitas, sino que también ayudaban a todos a sentirse mejor y a pasar un buen día. Y así, en el pueblito de Sonrisas, todos aprendieron a usar esas palabras mágicas a diario.

Cada día se llenaba de risas, flores y amistades, gracias a que Lila compartió las palabras mágicas con todos a su alrededor.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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