Las Postales Viajeras de Arsène



Era un día soleado en la escuela y los chicos estaban muy emocionados. Su mascota de clase, Arsène, un simpático erizo que vivía en una caja decorativa en el rincón del aula, les había contado que tenía un deseo especial.

"¡Hola, chicos!" - dijo Arsène con su voz suave y un brillo en sus ojitos. "Hoy quiero contarles algo muy importante. Como saben, tengo mucho trabajo en Francia y no puedo viajar. Pero, he estado soñando con recorrer Andalucía, ¡y necesito de su ayuda para eso!"

Los niños se miraron entre sí, intrigados.

"¿Cómo podemos ayudarte, Arsène?" - preguntó Lucía, una de las más curiosas del grupo.

"Necesito que me hagan cartas postales de cada provincia de Andalucía. Quiero conocer sus historias, sus paisajes y sus tradiciones, sin tener que moverme de aquí. Luego, cuando estés listos, haré un viaje imaginario a través de las cartas."

Los ojos de los chicos brillaron de emoción.

"¡Eso suena genial!" - exclamó Mateo, el más inquieto del curso. "Podemos hacer una fiesta de postales. ¿Qué les parece?"

Todos estuvieron de acuerdo, así que decidieron organizarse. Crearon un plan: cada grupo de amigos se encargaría de una provincia.

El primer grupo eligió Sevilla.

"Sevilla es famosa por su Giralda y su flamenco, ¿no?" - comentó Ana.

"Sí, y también por sus tapas" - añadió Mateo. "Podemos dibujar una tapa en la postal y escribir la historia de la Feria de Abril."

Mientras tanto, otro grupo comenzó a investigar sobre Granada.

"Granada tiene la Alhambra, un palacio hermoso." - dijo Sofía, con un libro de imágenes en las manos. "Y la historia de Boabdil, el rey nazarí. ¡Tenemos que contarla!"

Así, los grupos se fueron organizando. De pronto, una nube de confusión se instaló en el aula. La maestra entró al salón con una serie de cartas sin destino.

"Chicos, encontré estas cartas antiguas en el archivo de la escuela. ¿Qué harán con ellas?" - preguntó la maestra.

Los niños se miraron fascinados, las cartas tenían un aire misterioso.

"¡Podemos incorporarlas a nuestro proyecto!" - propuso Lucas. "Quizás nos cuentan historias de viajeros pasados."

Con cada provincia, la emoción crecía. Al llegar a Córdoba, uno de los grupos decidió hacer algo diferente.

"Podríamos usar la tarjeta como si fuera una ventana, mostrando la Mezquita-Catedral a través de un recorte " - sugirió Valentina, quien adoraba el arte.

Y así continuaron, un grupo en la playa de Málaga, hablando sobre la paella, otro en Almería, investigando sobre el desierto. Cuando llegaron a Jaén, reflexionaron sobre el aceite de oliva.

"¿Sabían que el olivar es un símbolo de nuestra tierra?" - dijo Juan, entusiasmado. "Podríamos hacer una receta de ensalada en la postal.”

Finalmente, después de varias semanas de trabajo, llegó el gran día. Los chicos estaban listos, cada postal representaba una pequeña parte de Andalucía.

"¡Arsène! ¡Mirá todo lo que hicimos!" - gritaron al unísono los chicos, mientras le mostraban las cartas.

Arsène, emocionado a más no poder, empezó a hojearlas una por una.

"¡Son hermosas!" - exclamó, peinándose las espinas con una de sus patitas. "Así podré viajar sin moverse de aquí. ¡Gracias, chicos!"

Pero de pronto, Arsène tuvo una idea brillante. "¿Y si creamos un libro de viajes?"

"¡Pero eso llevará tiempo!" - se inquietó Lucía.

"No importa, lo haremos como un cuento compartido. Cada uno podrá añadir lo que aprendió y convertirse en un aventurero en la historia" - sugirió Reis, quien siempre estaba pensando en ideas creativas.

Y así, a lo largo de los días, los chicos comenzaron a escribir las historias de cada provincia, tejiendo sus sueños de viaje entre palabras y dibujos, creando un libro que pronto llevaría el nombre de "Las aventuras de Arsène por Andalucía".

Al final, se organizaron una gran presentación para mostrarle a la escuela lo que habían logrado. Al mirar las postales y el libro, Arsène sintió que había recorrido todos los rincones de Andalucía, y aunque no pudo viajar físicamente, la magia de la imaginación y la creatividad lo hizo feliz. Y los chicos aprendieron que a veces, el mejor viaje es aquel en el que compartimos nuestras historias con quienes amamos.

FIN.

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