Las reglas del Laboratorio de Computación



Era un día radiante en Barquisimeto, y los estudiantes del Colegio San Pedro estaban ansiosos por asistir a la clase de computación. Lucas, Juan Romero, Arantza, Josep, Alan y la Profe Patricia se reunieron en la entrada del laboratorio.

"¡No puedo esperar para aprender sobre el nuevo software!" - exclamó Lucas, con una sonrisa radiante.

"Yo escuché que lo que vamos a hacer hoy es increíble, vamos a programar un juego juntos" - agregó Juan Romero, mientras sacudía su cuaderno.

"Y también aprenderemos sobre las reglas del laboratorio, no olvidemos eso" - comentó Arantza con seriedad.

Al entrar al laboratorio, se dieron cuenta de que Profe Patricia había preparado todo con mucha dedicación. En la pizarra blanca, estaban escritas las reglas del laboratorio:

1. Respetar el equipo.

2. Preguntar antes de tocar algo nuevo.

3. No comer ni beber en la sala.

4. Trabajar en equipo y ayudarse entre sí.

5. Siempre guardar tus cosas al terminar.

"Estas reglas son muy importantes para que todos disfrutemos de la clase y aprendamos mucho, ¿verdad?" - dijo Profe Patricia con una sonrisa.

Los chicos asintieron, pero Alan, en un tono travieso, murmuró:

"¿Y si no seguimos las reglas?"

"Esa no es una buena idea, Alan. Cada regla tiene un propósito" - explicó Arantza, recordando lo que sus padres siempre decían.

La Profe Patricia decidió hacer un ejercicio divertido. "Dividiremos la clase en grupos. Cada grupo tendrá que crear un mini juego con las reglas del laboratorio en mente. Ustedes serán responsables de seguirlas mientras trabajan" - anunció, con una chispa en los ojos.

Los chicos se agruparon. Lucas, Juan Romero y Arantza decidieron formar un equipo, mientras que Alan, Josep y Profe Patricia se unieron en otro. Cada grupo comenzó a planificar su juego, y por supuesto, lo primero que hicieron fue repasar las reglas.

"Nosotros no podemos regañar a nadie si no seguimos las reglas, así que hagámoslo bien" - aconsejó Lucas.

"Basta de hablar y vamos a crear algo increíble" - dijo Juan Romero con entusiasmo.

Mientras tanto, Alan y Josep se tenían un plan diferente. Alan miró a Josep y dijo:

"Si no seguimos la regla de no comer en el laboratorio, podemos hacer que se sienta más divertido. ¡Salgamos por unas golosinas!" - sugirió Alan.

Pero Josep, que era más cauteloso, respondió:

"No sé, Alan. Tal vez deberíamos concentrarnos en el juego primero. Si la Profe Patricia nos ve, va a estar enojada".

"Vamos, solo será un minuto. Me doy una vuelta y vuelvo" - insistió Alan. Y así lo hizo.

En el grupo de Lucas, trabajaron con dedicación.

"¡Ya tengo el diseño!" - exclamó Arantza.

"Genial, ahora solo falta programar las acciones" - añadió Juan Romero.

Sin embargo, el equipo de Alan empezó a tener problemas. Al regresar con las golosinas, Alan se resbaló y derramó refresco en una computadora.

"¡Oh no! ¿Qué hice?" - se lamentó, mientras Josep lo miraba asustado.

Al escuchar el alboroto, la Profe Patricia se acercó corriendo.

"¿Qué sucedió aquí, chicos?" - preguntó.

Alan, nervioso, apenas podía hablar.

"Yo… solo quería..." - dijo, bajando la mirada.

Pero Profe Patricia era comprensiva.

"Está bien, todos cometemos errores, pero ¿qué sabemos sobre seguir las reglas?" - les preguntó.

En ese momento, Josep intervino.

"Las reglas son para proteger nuestro espacio y ayudarnos a aprender juntos".

"Exacto, y si no las seguimos, podemos tener problemas" - agregó Arantza, mirando a Alan, quien se sentía más vergonzoso que nunca.

"Perdón, sé que estuve mal. Para compensar, ayudaré a limpiar y a reparar la computadora" - dijo Alan, sinceramente.

Lucas, Juan Romero y Arantza decidieron ayudarlo, así que los tres se unieron a la tarea de limpiar mientras Profe Patricia les daba instrucciones. Alan se sintió aliviado al ver la colaboración de sus compañeros.

Finalmente, después de resolver el incidente, terminaron los proyectos de todos. Presentaron sus juegos y se rieron de los muy divertidos que habían creado.

"Miren que bien que trabajamos juntos después de todo" - dijo Arantza.

Profe Patricia les animó.

"Recuerden que las reglas están ahí para mantener el respeto y la armonía. Todos hiciste muy bien hoy, a pesar del pequeño incidente" - les sonrió.

Y así, no solo aprendieron sobre computación, sino también la importancia de seguir las reglas y trabajar en equipo. Al final, todos se fueron a casa felices, llevando consigo no solo los conocimientos adquiridos, sino también un valioso aprendizaje sobre la responsabilidad y la amistad.

FIN.

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