Las Sardinas Solidarias
En el fondo del mar, en una colorida y bulliciosa comunidad de peces, vivía un grupo de sardinas muy curiosas y simpáticas. Ellas siempre estaban juntas, nadando de un lado a otro, explorando y divirtiéndose. Un día, mientras jugaban, se dieron cuenta de que no sabían contar más allá del número tres. Esto las entristeció, ya que querían poder contar más allá y entender mejor el mundo que las rodeaba.
Decidieron entonces pedir ayuda a otros peces para aprender a contar. Primero se acercaron a las amables carpas naranjas, pero ellas estaban demasiado ocupadas construyendo sus nidos y no pudieron ayudar en ese momento. Luego intentaron preguntar a los imponentes tiburones, pero ellos solo nadaban en solitario y no les prestaron atención.
Desanimadas, las sardinas se acercaron a un banco de peces payaso. Estos peces, conocidos por su sentido del humor y su espíritu solidario, se mostraron encantados de poder ayudar. Una a una, les enseñaron a las sardinas a contar del 0 al 10, utilizando pequeñas piedras de colores en el lecho marino para representar cada número. Las sardinas, emocionadas, practicaron y practicaron hasta que finalmente lograron comprender y recordar los números.
Contentas y agradecidas, las sardinas decidieron organizar una gran fiesta en honor a los peces payaso, para agradecerles por su ayuda. Invitaron a todos los habitantes del mar y prepararon un banquete con algas y plancton. Durante la fiesta, las sardinas compartieron su conocimiento con los demás peces, enseñándoles a contar del 0 al 10. La alegría y la camaradería llenaron el mar, demostrando que la solidaridad y el compañerismo siempre traen alegría y unión a la comunidad.
Desde ese día, las sardinas se convirtieron en las contadoras oficiales del mar, y cada vez que veían a alguien con dificultades para contar, acudían en su ayuda recordándoles la importancia de la colaboración y el apoyo mutuo.
FIN.