Las Semillas de la Autoestima


Había una vez una joven llamada Milder, quien era muy sensible y se sentía profundamente afectada cuando las personas le hacían comentarios negativos o críticas destructivas.

Cada palabra hiriente que escuchaba la lastimaba tanto, que su corazón se llenaba de tristeza. Un día, mientras caminaba por el bosque cercano a su casa, Milder decidió pedir ayuda al bosque mágico. Sabía que allí vivían seres especiales con poderes extraordinarios capaces de hacer realidad los deseos más profundos del corazón.

Adentrándose en el espeso bosque, Milder llegó a un claro donde encontró a una hermosa hada llamada Aurora. Sus alas brillaban con colores vibrantes y emanaban un brillo cálido y reconfortante.

Milder se acercó tímidamente a Aurora y le explicó su problema: "Querida hada Aurora, soy muy sensible y sufro mucho cuando las personas me hacen comentarios maliciosos o críticas destructivas. ¿Podrías ayudarme a superar esto?"Aurora sonrió amablemente y respondió: "Querida Milder, entiendo tu dolor.

Pero recuerda que solo tú tienes el poder para cambiar cómo te sientes frente a esas palabras negativas". Milder frunció el ceño confundida. No comprendía cómo ella misma podría cambiar eso. Aurora continuó: "Enfrentarémos juntas esta situación.

Te daré tres semillas mágicas que representan la fortaleza interior, la autoaceptación y el amor propio". Milder tomó las tres pequeñas semillas de manos de Aurora con curiosidad e ilusión.

"La primera semilla, la de la fortaleza interior, te ayudará a encontrar el valor para enfrentar los comentarios negativos con confianza", explicó Aurora. "Plántala en un lugar especial y cuídala con amor". Entusiasmada, Milder siguió las instrucciones de Aurora y plantó la primera semilla en su jardín.

Cuidaba de ella todos los días regándola y asegurándose de que recibiera suficiente luz solar. Pasaron semanas y finalmente brotó una hermosa planta con raíces fuertes y hojas resistentes. Milder sintió cómo su propia fortaleza interior crecía junto con la planta.

Aurora apareció nuevamente frente a Milder y le entregó la segunda semilla: "Esta es la semilla de autoaceptación. Cuídala como lo hiciste con la anterior".

Milder siguió las instrucciones de Aurora nuevamente, plantando esta vez la segunda semilla en otro rincón especial del jardín. Con el tiempo, brotó otra planta, pero esta era diferente. Tenía flores hermosas de colores brillantes que reflejaban el amor propio que Milder estaba aprendiendo a tener por sí misma.

Una vez más, Aurora se presentó ante Milder y le entregó la última semilla: "Esta es la semilla del amor propio. Cuídala como has cuidado las otras dos". Milder plantó esta última semilla con gran cariño y dedicación.

Con cada día que pasaba, sentía cómo su amor propio crecía aún más fuerte dentro de ella. Un día, mientras paseaba por su jardín mágico lleno de plantas fuertes y flores radiantes, Milder se encontró con algunas personas que intentaron hacer comentarios negativos sobre ella.

Pero esta vez, algo había cambiado. Gracias a su fortaleza interior, Milder ya no permitía que esas palabras la afectaran tanto. Se aceptaba tal como era y se amaba a sí misma profundamente.

Desde ese día en adelante, Milder vivió una vida llena de confianza y alegría. Aprendió que las palabras negativas solo tienen poder si uno les permite tenerlo. Ahora sabía que tenía el poder de elegir cómo sentirse frente a los comentarios destructivos.

Y así, gracias al bosque mágico y las semillas especiales de Aurora, Milder encontró la fuerza para superar sus inseguridades y vivir felizmente siendo ella misma. Fin.

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