Las siete estrellas brillantes



Había una vez un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, donde vivían siete amigas muy especiales: Amber, Abigail, Ana, Arietti, Bella y Leila. Estas niñas eran inseparables y siempre estaban juntas compartiendo risas y aventuras.

Un día soleado, mientras jugaban en el parque del pueblo, se encontraron con una situación inesperada. Un grupo de niños mayores llegó al parque y comenzaron a molestarlas y burlarse de ellas por ser diferentes.

Estos niños no entendían la importancia de la diversidad y solo buscaban hacer daño a los demás. Las siete amigas decidieron no quedarse de brazos cruzados ante esta injusticia. Juntas idearon un plan para enseñarles a esos niños una valiosa lección sobre amistad y respeto.

Amber era conocida por ser muy creativa, así que propuso organizar un espectáculo en el parque para mostrarles lo maravilloso que es tener amigos diferentes. Todas estuvieron de acuerdo e inmediatamente comenzaron a prepararse para su gran actuación.

Cada una tenía su talento especial: Abigail era excelente bailarina, Ana tenía una voz hermosa, Arietti era habilidosa con las acrobacias, Bella sabía tocar varios instrumentos musicales y Leila era experta en pintura. Juntas formaban un equipo increíblemente talentoso.

El día del espectáculo llegó y todo el pueblo estaba allí para verlo. Los niños mayores también asistieron esperando divertirse a costa de las siete amigas.

Pero cuando Amber tomó el escenario para presentarlas como "el equipo más extraordinario", todos se quedaron boquiabiertos. Una a una, cada amiga mostró su talento con pasión y gracia.

Las acrobacias de Arietti dejaron a todos sin aliento, la voz de Ana llenó el parque de emoción y las pinturas de Leila cobraron vida en el aire. Abigail bailaba como si estuviera volando y Bella tocaba los instrumentos con maestría. A medida que avanzaba el espectáculo, los niños mayores comenzaron a sentirse avergonzados por haber tratado mal a estas increíbles niñas.

Se dieron cuenta de que la diversidad es algo hermoso y que no hay que juzgar a los demás por ser diferentes. Al final del espectáculo, Amber tomó el micrófono nuevamente para dirigirse al público.

"La verdadera amistad es aceptar y valorar nuestras diferencias", dijo con convicción. "Hoy hemos demostrado que somos fuertes cuando estamos juntas, pero también podemos aprender mucho unos de otros".

Los niños mayores se disculparon sinceramente ante todo el pueblo y prometieron cambiar su actitud hacia los demás. Desde ese día, Villa Alegre se convirtió en un lugar donde la diversidad era celebrada y cada persona era respetada por lo que era.

Las siete amigas continuaron siendo inseparables mientras crecían juntas en un ambiente lleno de amor y comprensión. Siempre recordaban aquel día en el parque como una lección poderosa sobre cómo la venganza nunca es la respuesta, pero la amistad puede transformar incluso las situaciones más difíciles.

Y así vivieron felices para siempre, rodeadas de risas, música e infinitas aventuras, demostrando al mundo que la amistad verdadera siempre triunfa sobre cualquier adversidad. Fin.

FIN.

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