Las sirenas valientes y el tesoro perdido
En lo más profundo del océano, vivían Julianna, titi Kiara, mama chill, Naiara, Valeria y Tui. Todas eran hermosas sirenas con colas brillantes y voces melodiosas que encantaban a todos los habitantes marinos.
Un día, mientras nadaban por los arrecifes de coral, descubrieron un barco naufragado en el fondo del mar. Intrigadas, se acercaron para investigar. Entre los restos del barco encontraron un cofre lleno de tesoros relucientes. - ¡Miren lo que encontré! -exclamó Valeria emocionada.
- ¡Es increíble! ¿Qué haremos con todo esto? -preguntó Naiara. - Debemos devolverlo a su lugar original. No es nuestro tesoro y tomarlo sería incorrecto -dijo mama chill con sabiduría.
Las sirenas asintieron en acuerdo y decidieron llevar el cofre de regreso al barco naufragado. Mientras tanto, una malvada bruja marina las observaba desde lejos con envidia. Al llegar al barco naufragado, colocaron el cofre en su lugar original y se dispusieron a regresar a casa.
Fue entonces cuando la bruja marina apareció frente a ellas. - ¡Ja ja ja! ¡No son tan listas como creen! Ese tesoro ahora me pertenece -dijo la bruja con una risa malvada.
Las sirenas se miraron sorprendidas pero no perdieron la esperanza. Con trabajo en equipo y astucia lograron engañar a la bruja y recuperar el tesoro para devolverlo al fondo del mar donde pertenecía.
Agradecidos, los habitantes marinos organizaron una gran fiesta para celebrar la valentía y nobleza de las sirenas. Desde ese día en adelante, Julianna, titi Kiara, mama chill, Naiara, Valeria y Tui fueron conocidas como las guardianas del océano por su bondad y generosidad hacia todos los seres marinos.
Y así demostraron que juntas podían superar cualquier obstáculo y hacer del mundo submarino un lugar mejor para todos.
La amistad y la solidaridad siempre guiaban sus acciones mientras exploraban las profundidades del océano en busca de nuevas aventuras para vivir juntas como verdaderas amigas sirenas del mar.
FIN.