Las travesuras de las hermanas del bosque



Había una vez, en lo profundo del bosque, tres hermanas traviesas que se divertían asustando a los demás habitantes del lugar. Ellas se llamaban Marina, Sofía y Valentina, y juntas eran conocidas como las trillizas del bosque.

Les encantaba esconderse entre los árboles, imitar extraños sonidos y hacer sombras espeluznantes para ver cómo los demás se sorprendían y corrían asustados. Cada noche, el bosque se llenaba de risas silenciosas y susurros maliciosos provenientes de las travesuras de las hermanas.

Sin embargo, un día todo cambió: mientras jugaban a asustar a los animalitos del bosque, un misterioso ruido las asustó a ellas.

Un sonido desconocido resonó en el bosque, y las hermanas se abrazaron temblorosas, sintiendo un miedo que nunca habían experimentado. Decidieron regresar a casa esa noche sin jugar más. La experiencia las dejó pensativas, y durante los siguientes días reflexionaron sobre el miedo que habían causado a los demás.

Finalmente, se dieron cuenta de que no estaba bien asustar a los demás solo por diversión. Se propusieron cambiar su comportamiento y buscar maneras de divertirse que no causaran miedo a los demás habitantes del bosque.

Comenzaron a organizar juegos, a contar historias alegres y a ayudar a los animales que necesitaban algo de su ayuda. Pronto, las trillizas se convirtieron en las cuidadoras del bosque, y todos los habitantes los amaban por su amabilidad y alegría.

A partir de ese día, las hermanas aprendieron que es mejor sembrar amor y diversión que miedo y travesuras. Y el bosque, que una vez fue escenario de sustos y travesuras, se convirtió en un lugar de alegría y armonía para todos sus habitantes.

FIN.

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