Las travesuras de Laura
Laura era una niña muy traviesa. Siempre le hacía bromas a sus amigos, a su maestra e incluso a sus propios padres. A menudo, los adultos la regañaban y castigaban por su comportamiento.
A pesar de las reprimendas, Laura seguía haciendo travesuras porque pensaba que era muy divertido. Un día, Laura hizo una broma que lastimó los sentimientos de su mejor amiga, quien se alejó molesta.
Laura se sintió muy mal al darse cuenta de que sus travesuras estaban lastimando a las personas que más quería. Decidió cambiar su comportamiento y pedir disculpas a su amiga y a su maestra. A partir de ese momento, Laura empezó a canalizar su energía en ayudar a los demás y ser amable.
Sus amigos y familiares notaron el cambio y comenzaron a disfrutar mucho más la compañía de Laura. Finalmente, comprendió que la verdadera diversión no estaba en hacer travesuras, sino en hacer felices a quienes la rodeaban.
FIN.