Las travesuras de Lina y Luna en el nogal
Había una vez en un hermoso jardín, dos gatitas blancas llamadas Lina y Luna. Ellas eran muy traviesas y les encantaba jugar entre las flores y perseguir mariposas.
Pero lo que más disfrutaban era subirse al gran nogal que había en el centro del jardín. Un día, mientras correteaban por el jardín, vieron al nogal y decidieron trepar por su tronco hasta llegar a las ramas más altas.
"-¡Mira Luna, qué lindo se ve todo desde arriba! ¡Podemos ver toda la casa y el jardín completo!", exclamó Lina emocionada. Las gatitas pasaron horas jugando en las ramas del nogal, saltando de una rama a otra con agilidad y destreza.
Pero cuando intentaron bajar, se dieron cuenta de que estaban demasiado altas y tenían miedo de caerse. "-Luna, ¿cómo vamos a bajar? Estamos muy altas... ", dijo Lina con voz temblorosa. Luna miró hacia abajo y sintió un escalofrío recorrer su espalda.
"-Tranquila Lina, no te preocupes. Vamos a encontrar una forma de bajar sin lastimarnos", respondió Luna tratando de mantener la calma. Las gatitas pensaron y pensaron, hasta que finalmente se les ocurrió una idea brillante.
Recordaron que cerca del nogal había una cuerda colgando de un árbol vecino. "-¡Ya sé qué hacer! Vamos a saltar hacia la cuerda y deslizarnos hasta llegar al suelo", propuso Luna con entusiasmo. Con mucho cuidado, Lina y Luna se prepararon para el salto.
Respiraron hondo, tomaron impulso y saltaron hacia la cuerda con valentía. ¡Y lograron sujetarse firmemente! Lentamente comenzaron a deslizarse por la cuerda hasta llegar al suelo sanas y salvas.
Una vez abajo, las gatitas se abrazaron aliviadas y felices por haber encontrado una solución juntas. Desde ese día, prometieron ser más prudentes al subirse a lugares altos y siempre buscar soluciones creativas ante los desafíos que enfrentaran.
Y así, Lina y Luna aprendieron que trabajar en equipo, mantener la calma ante los problemas e improvisar soluciones ingeniosas son habilidades importantes para superar cualquier obstáculo que se les presente en la vida.
Y aunque les encantaba subirse al nogal para jugar, nunca más lo hicieron sin antes pensar en cómo bajar de manera segura. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerden: ¡la creatividad y el trabajo en equipo siempre son clave para resolver cualquier problema!
FIN.