Las travesuras de mi hermanita Sam



Había una vez una niña llamada Sam, que siempre estaba llena de energía y no podía quedarse quieta por mucho tiempo. Siempre estaba buscando nuevas aventuras y travesuras para hacer.

Un día, Sam decidió convertirse en la reina de las travesuras y sorprender a su familia. Primero, decidió jugarle una broma a su hermano mayor, Lucas. "¡Lucas, ven rápido! ¡Alguien dibujó bigotes en la foto de la abuela!" gritó Sam.

Lucas corrió hacia la foto, pero en lugar de bigotes, encontró que Sam había dibujado bigotes con marcador en su propio rostro. Todos se rieron, incluso Lucas. La siguiente travesura de Sam fue esconder los zapatos de su mamá antes de ir al trabajo.

Cuando su mamá estaba a punto de salir, no pudo encontrar sus zapatos por ningún lado. Sam se rió y le dijo dónde estaban escondidos. Aunque su mamá se sorprendió, no pudo evitar sonreír.

Sin embargo, Sam comenzó a darse cuenta de que sus travesuras no siempre traían risas. Algunas personas se sentían tristes o molestas, y ella no quería lastimar a nadie. Decidió canalizar su energía y creatividad en algo más constructivo.

Empezó a pintar cuadros y a jugar juegos en los que todos pudieran participar. Pronto, su familia y amigos comenzaron a elogiarla por sus talentos y por ser una excelente amiga. Sam descubrió que podía divertirse y ser traviesa de formas positivas, y eso la hacía sentir aún mejor.

Al final, Sam se convirtió en la reina de la diversión en lugar de la reina de las travesuras, y todos la amaban por eso.

FIN.

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