Las Tres Amigas del Colegio Antoñito Amables


En el Colegio Antoñito Amables, tres amigas inseparables se llamaban Sofía, Valentina y Martina. Ellas eran conocidas por ser las más amigables y solidarias de todo el colegio.

Siempre estaban dispuestas a ayudar a quien lo necesitara y su amistad era tan fuerte que parecían hermanas. Un día, durante el recreo, Sofía notó que una nueva alumna llamada Camila estaba sola en un rincón mirando triste hacia los demás niños que jugaban felices.

Sin dudarlo un segundo, se acercó a ella con una sonrisa cálida y le preguntó si quería jugar con ellas. Camila, sorprendida por la amabilidad de Sofía, aceptó felizmente la invitación.

Las cuatro niñas pasaron el resto del recreo jugando juntas y riendo como si fueran amigas de toda la vida. Desde ese día, Camila se unió al grupo de Sofía, Valentina y Martina, convirtiéndose en una más de sus inseparables amigas.

Los días pasaron y la amistad entre las cuatro niñas se fortaleció aún más. Se contaban secretos, se apoyaban en los momentos difíciles y celebraban juntas los logros de cada una. Eran un equipo imbatible que demostraba que la verdadera amistad puede superar cualquier obstáculo.

Pero un día algo inesperado sucedió: Valentina tuvo que mudarse a otra ciudad debido al trabajo de sus padres.

Las tres amigas restantes sintieron mucha tristeza al enterarse de la noticia, pero sabían que su amistad era tan fuerte que la distancia no podría separarlas. "¡No te preocupes Valen! Aunque estemos lejos físicamente, siempre estaremos juntas en corazón", dijo Sofía con lágrimas en los ojos pero con una sonrisa sincera. —"Exactamente" , agregó Martina abrazando a sus dos amigas.

"La distancia no podrá romper nuestro vínculo. "Valentina prometió volver a visitarlas siempre que pudiera y las tres chicas continuaron compartiendo sus aventuras a través de videollamadas y mensajes diarios.

A pesar de la distancia, su amistad seguía siendo tan fuerte como siempre. Con el tiempo, las tres amigas aprendieron que la verdadera amistad va más allá de la cercanía física; se trata de estar presentes incluso cuando no puedes estar ahí físicamente.

Aprendieron a valorar cada momento juntas y a apoyarse mutuamente en cada paso del camino.

Y así, Sofía, Valentina, Martina (y también Camila) siguieron siendo las mejores amigas del Colegio Antoñito Amables, demostrando que con amor, comprensión y solidaridad se pueden superar todos los desafíos que la vida les presente.

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