Las tres amigas y el mensaje de la empatía
En un colorido colegio de un barrio muy alegre, había tres amigas llamadas Sofía, Valentina y Lucía. Las tres compartían el mismo salón de clases, donde destacaba un gran cartel con la palabra 'Empatía' escrito en letras gigantes.
Las maestras siempre les enseñaban la importancia de ponerse en el lugar del otro y ser amables con sus compañeros.
Un día, durante el recreo, las tres amigas notaron que una nueva niña llamada Ana estaba sentada sola en un rincón, mirando con timidez a su alrededor. Sofía, Valentina y Lucía se acercaron a Ana con una sonrisa amigable y le preguntaron si quería unirse a jugar.
Ana, un poco sorprendida, aceptó la invitación y rápidamente las cuatro niñas comenzaron a divertirse juntas. A partir de ese día, Ana se convirtió en parte del grupo de amigas y juntas vivieron grandes aventuras en el colegio.
Con el tiempo, las tres amigas notaron que Ana se sentía triste algunas veces, por lo que decidieron aplicar lo que habían aprendido sobre empatía. - '¿Estás bien, Ana?', preguntó Valentina cuando notó que Ana tenía el ceño fruncido. - 'Sí, es solo que extraño a mi mamá', respondió Ana con los ojos cristalizados.
Las tres amigas se acercaron a Ana y le dieron un cálido abrazo. Desde ese día, supieron que era importante no solo jugar juntas, sino también apoyarse y entenderse mutuamente.
Juntas aprendieron que la empatía es como una varita mágica que puede transformar la tristeza en alegría. A medida que crecían, las tres amigas se convirtieron en personas compasivas y siempre estaban dispuestas a ayudar a quienes las rodeaban.
El mensaje de la empatía permaneció en sus corazones para siempre, recordándoles que siempre hay que estar allí para los demás. Y así, las tres amigas vivieron felices, compartiendo su amistad y empatía con todos a su alrededor.
FIN.