Las Tres Hadas Madrinas y la Princesa Valentina



Había una vez, en un reino encantado, una hermosa princesa llamada Valentina. Valentina tenía tres hadas madrinas que la amaban mucho: la hada Luces, la hada Brillito y la hada Lluvia. Cada una tenía un poder mágico muy especial.

Una mañana soleada, la princesa Valentina decidió salir al jardín del palacio a jugar. En el jardín, encontró tres suaves flores de colores brillantes: una rosa roja, una tulipán amarillo y una violeta púrpura. "¡Qué hermosas son!"- exclamó Valentina, acercándose a las flores.

Las hadas madrinas aparecieron en un destello de luz. "¡Hola, princesa Valentina!"- saludó Luces, brillando con destellos dorados. "¿Te gustaría contar las maravillas del jardín?"-

"¡Sí!"- respondió emocionada Valentina. "¿Podemos contar juntos?"-

"¡Por supuesto!"- dijo Brillito, agitando su varita mágica. "Empecemos. Primero, encontramos una mariposa que vuela muy alto. ¿Cuántas alas tiene la mariposa?"-

"¡Dos!"- gritó Valentina, riendo feliz. "¡Dos alas mágicas!"-

"¡Así es!"- dijo Lluvia, haciendo caer suaves gotas de rocío, "¡Dos alas brillantes! Ahora, continuemos."-

Mientras caminaban, encontraron a un pequeño conejo. "¡Mira, Valentina!"- gritó Luces. "¿Cuántas orejas tiene el conejo?"-

"¡Dos orejas!"- contestó Valentina, aplaudiendo. "¡Es un conejo muy divertido!"-

De repente, las hadas escucharon un suave murmullo. "¿Qué será eso?"- preguntó Brillito, mirando alrededor.

Las hermanas de Valentina, que también estaban en el jardín, vinieron corriendo. "¡Nosotras tenemos tres pelotas de colores!"- dijeron al unísono, emocionadas. "¡Juguemos!"-

"¡Perfecto!"- dijo Lluvia. "Contemos las pelotas. ¿Cuántas pelotas hay en total?"-

Valentina miró a las hadas y luego a sus hermanas. "Una, dos, ¡tres!"- gritó Valentina con felicidad. "¡Hay tres pelotas!"-

"¡Gran trabajo!"- aplaudió Luces. "Pero, ¡es tiempo de un desafío!"-

Las hadas sonrieron y dijeron al unísono: "Vamos a contar las cosas mágicas del jardín. Encuentra cuatro mariposas mágicas que brillen como el sol. ¡Comencemos!"-

Valentina se emocionó y comenzó a explorar. ¡Y sí! Encontró una, dos, tres... ¡y cuat…ro!"¡Cuatro mariposas!"- gritó Valentina, con los brazos en alto.

Las hadas se llenaron de alegría. "¡Así se hace, princesa Valentina! ¡Eres la mejor contadora de cuentos y números!"- dijeron.

Después de jugar un rato, Valentina se sintió cansada pero muy feliz. Las hadas decidieron hacer un pequeño picnic para celebrar. "¿Qué quieres en el picnic, Valentina?"- preguntó Brillito.

"Me encantaría dos sándwiches de mantequilla y tres galletas de chocolate, por favor!"-

Las hadas hicieron un gesto mágico y, en un abrir y cerrar de ojos, aparecieron los deliciosos sándwiches y galletas. Valentina sonrió de oreja a oreja. "¡Son perfectos!"- exclamó.

Finalmente, Valentina, Luces, Brillito y Lluvia se sentaron a disfrutar del picnic entre risas y juegos. "Hoy aprendimos a contar muchos números mágicos y a cuidar la naturaleza. ¿No es divertido?"- dijo Lluvia.

"¡Sí!"- coincidió Valentina. "Cada número es como una pequeña aventura. ¡Amo contar!"-

Y así pasaron la tarde, disfrutando del sol, el juego y la magia de la amistad. Fin.

FIN.

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