Las tres hadas y el misterioso deseo



En un mágico bosque donde los árboles susurran secretos, tres hadas se reunieron para celebrar la amistad. Cada una con su personalidad, decidieron dispersarse para reflexionar sobre un deseo especial que querían cumplir.

La primera hada, llamada Lila, se sentó tranquilamente en una piedra bajo un árbol enorme, su lugar favorito. Ella miraba las hojas danzarinas y pensaba: "A veces, lo que más deseo es poder ayudar a los demás. Pero, ¿cómo puedo hacerlo?"-

Mientras tanto, la segunda hada, llamada Violeta, caminaba por el sendero cubierto de flores. Con cada paso, su mente vagaba. "Desearía poder volar más alto que las nubes. Así podría ver todo el bosque desde lejos y encontrar soluciones a los problemas que surgen aquí"-

La tercera hada, Soledad, estaba sentada sobre una roca suave, rodeada de mariposas que revoloteaban como si danzaran. Ella pensaba en voz alta: "Quiero entender a los humanos. Siempre parecen tan tristes, aunque están rodeados de belleza. Tal vez un deseo que me ayude a conectar con ellos sería lo mejor"-

Al caer la tarde, las tres hadas se reencontraron. El aire estaba impregnado de magia y cada una compartió sus pensamientos.

"Yo quiero ayudar a los demás," dijo Lila, con luz en sus ojos.

"Y yo quiero volar alto para ayudar desde lo alto," respondió Violeta, levantando los brazos como si ya estuviera en el cielo.

"Yo quiero entender a los humanos y hacer que se sientan felices," añadió Soledad, rodeada por el movimiento suave de las mariposas.

Juntas, decidieron que necesitaban un plan. Con sus corazones unidos, Lila sugirió:

"¿Y si hacemos algo grandioso juntas?"-

"Como un festival de la felicidad en el bosque," propuso Violeta. "Podemos invitar a todos, incluso a los humanos. Así podrán ver la belleza del bosque y quizás se sientan inspirados a ser felices"-.

"Me encanta la idea," exclamó Soledad, "y quizás al entender cómo se sienten ellos, podamos ayudarlos mejor"-.

Con gran entusiasmo, comenzaron a juntar ideas. Lila se encargó de hacer decoraciones con flores y luces brillantes, Violeta se ofreció a organizar las canciones y danzas y Soledad se dedicaría a invitar a los humanos convenciendo a los que más frecuentaban el bosque.

El día del festival llegó. Alegría y risas llenaban el aire. Los humanos se acercaron, sorprendidos por la belleza del bosque y el colorido del evento. Las tres hadas estaban felices al ver que su idea había funcionado. Durante el festival, ellas brillaron y comenzaban a notar la chispa de la felicidad en los rostros de los humanos.

Pero, en medio de la celebración, un viento fuerte sobrevino, removiendo las decoraciones y asustando a los invitados. Las hadas corrieron hacia el centro del festival.

"No se preocupen, estamos aquí para ayudar!"-, gritó Lila, mientras comenzaba a usar su magia para proteger a todos.

"Simplemente, mantengan la calma y tómense de las manos," agregó Violeta.

"Juntos podemos enfrentar cualquier tormenta," dijo Soledad, inspirando valentía en los corazones angustiados.

Las luces de hadas comenzaron a brillar intensamente, formando un barrera mágica que mantuvo a todos a salvo hasta que el viento aflojó su fuerza. Los humanos aplaudieron agradecidos, y las hadas, exhaustas pero felices, supieron que había sido un éxito compartir su magia y sus deseos.

Al final de la noche, todos los humanos se despidieron con sonrisas, sintiendo el calor de la amistad. Las tres hadas comprendieron que, uniendo sus deseos, habían logrado algo mucho más grande de lo que imaginaban.

"Hoy aprendí que juntos somos más fuertes," dijo Lila.

"Y que nuestros deseos se pueden cumplir si trabajamos en equipo," agregó Violeta.

"También entendí que a veces lo que más deseamos ya está a nuestro alcance, solo tenemos que buscarlo entre las sonrisas de los demás," concluyó Soledad.

Bajo la luz de la luna, las tres hadas volaron juntas, sintiendo la alegría que habían sembrado en el corazón del bosque y de sus habitantes. Y así, cada deseo se hizo realidad de una forma inesperada y hermosa, demostrando que la amistad y la solidaridad pueden cambiar el mundo.

FIN.

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