Las Tres Hermanas
En el corazón de Caoba Farms, en Guatemala, vivían tres amigas muy especiales: Lucía la Lechuga, Zara la Zanahoria y Beany el Frijol. Eran inseparables y todas las mañanas compartían sus sueños bajo el cálido sol.
"Hoy tengo una idea brillante!" - exclamó Beany entusiasmado.
"¿Qué pasó, Beany? ¿Qué idea has tenido?" - preguntó Lucía.
"¡Vamos a hacer una gran fiesta para celebrar nuestra amistad y todo lo que hemos aprendido!" - dijo Beany.
Las amigas se pusieron a trabajar, entusiasmadas por organizar la fiesta. Comenzaron a invitar a todos los habitantes de la granja. Sin embargo, no todo salió como esperaban. El gallo Juanito, la más importante autoridad de la granja, no estaba seguro de que la fiesta fuera una buena idea.
"Chicas, la granja necesita atención. No podemos perder tiempo en fiestas!" - les dijo Juanito con un tono serio.
"Pero Juanito, la fiesta es una oportunidad para unir a todos!" - respondió Zara.
"Sí, y la unión hace la fuerza!" - agregó Lucía.
Aunque Juanito pareció dudar, finalmente aceptó participar. Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha, las nubes comenzaron a acumularse en el cielo. El clima amenazaba con arruinar el evento.
"¿Qué haremos si llueve? ¡Toda nuestra decoración se arruinará!" - se lamentó Lucía.
"No podemos rendirnos!" - dijo Beany, decidido. "Necesitamos un plan B. ¿Y si buscamos a todos los demás para que nos ayuden a proteger la fiesta?"
Las tres amigas se pusieron a trabajar. Convencieron a los gansos a que les ayudaran a construir carpas con hojas y ramas. Los patos se ofrecieron a traer algunos objetos flotantes para crear un ambiente divertido. Y así, todo el mundo se unió a la causa.
Al llegar el día de la fiesta, el cielo aún estaba oscuro y amenazaba lluvia, pero las tres amigas no se dieron por vencidas. Con su increíble equipo, lograron montar un espacio fantástico lleno de decoración improvisada y música que resonaba en el aire.
La fiesta comenzó, y de repente, el primer gota de lluvia cayó.
"¡Rápido, todos dentro!" - gritó Juanito.
Pero en lugar de entrar, las amigas se miraron y una idea brillante surgió de nuevo en la mente de Beany.
"¡Esperen!" - les dijo. "¡Vamos a hacer un concurso de baile bajo la lluvia!"
Todos siguieron su ejemplo y comenzaron a bailar. Pronto, la lluvia dejó de ser un problema y todos disfrutaban de la fiesta al máximo. Las plantas y animales se unieron creando una atmósfera mágica.
Al final del día, cuando la lluvia cesó, el sol salió y un hermoso arcoíris se formó en el cielo.
"Miren! ¡Ese es el signo de nuestra unión!" - exclamó Lucía.
"¡Sí! Cuando trabajamos juntos, nada puede detenernos!" - añadió Zara.
Desde ese día, la granja no solo se volvió un lugar de trabajo, sino también de alegría y unión. Todos aprendieron que la amistad y el trabajo en equipo son fundamentales para superar cualquier obstáculo. Las tres amigas se convirtieron en heroínas de Caoba Farms, demostrando que con unión, todo es posible.
Y así, Lucía, Zara y Beany vivieron felices, rodeadas de amigos y celebraciones en su querido hogar.
FIN.