Las Tres Payasas y el Gran Espectáculo
En un colorido circo lleno de risas y sorpresas, tres payasas, Buby, Titi y Lila, soñaban con presentar el espectáculo más divertido de todos. Buby, la más alta, era experta en malabares; Titi, la más bajita, hacía reír a todos con sus chistes; y Lila, con su pelo de colores, estaba a cargo de la música.
Un día, mientras ensayaban en el gran carpa del circo, Titi dijo: "¡Chicas! ¿Y si en lugar de un espectáculo convencional, creamos uno donde cada uno de nosotros haga lo que más le gusta?" -
Las otras dos payasas pensaron que era una idea brillante. Así que comenzaron a prepararse para su gran día, cada una eligiendo su talento especial. Sin embargo, cuando llegó el momento del espectáculo, el público no estaba tan entusiasmado como ellas esperaban. Había muchos artistas en la competencia y la gente parecía cansada.
Buby se preocupó: "¿Y si a la gente no le gusta nuestro show?" -
Titi, tratando de calmarla, dijo: "No te preocupes, lo importante es que nos divirtamos. ¡Hagamos lo que sabemos hacer!" -
Así que decidieron improvisar. Cuando Buby empezó con sus malabares, los espectadores comenzaron a reír al ver cómo una de sus pelotas reboteó y casi le cae en la cabeza.
"¡Eso fue intencional!" -gritó Buby riendo, mientras recogía la pelota. El público se reía a carcajadas.
Entonces era el turno de Titi, que hacía un chiste sobre un pingüino que entró a una tienda de ropa. A medida que contaba la historia, sumaba movimientos cómicos que hacían que todos se retuercen de risa.
Finalmente, Lila, con su alegre música, decidió que era momento de involucrar al público. "¡Todos, a bailar con nosotros!" -dirigió, animando a todos a levantarse y bailar.
A medida que se unieron al ritmo de la música, el ambiente se llenó de alegría y risas, y la energía era contagiosa. Todos estaban riendo y disfrutando al máximo. Al finalizar, el público aplaudió con fuerza.
"¡Nunca pensé que sería tan divertido!" -dijo una niña con una gran sonrisa.
Las tres payasas se miraron emocionadas. Habían logrado algo que nadie había anticipado: unir a todos en un espectáculo improvisado lleno de risas y alegría.
Cuando se retiraron del escenario, Buby exclamó: "Lo más importante es divertirnos y compartir la risa con los demás." -
Y así, las tres payasas aprendieron que, aunque a veces las cosas no salen como uno planea, siempre se puede encontrar alegría en el camino. Desde ese día, nunca dejaron de improvisar y su espectáculo se convirtió en el más querido del circo.
FIN.