Las Tres Pruebas de Lautaro en Dragontia
Había una vez en un reino lejano llamado Dragontia, un valiente niño llamado Lautaro. Desde pequeño, Lautaro soñaba con ser un gran guerrero y enfrentarse a peligrosos dragones que habitaban en las montañas cercanas al pueblo donde vivía.
Un día, mientras exploraba el bosque, Lautaro se encontró con una anciana misteriosa que resultó ser la bruja del lugar.
La bruja le dijo a Lautaro que para convertirse en un verdadero guerrero, debía superar tres pruebas desafiantes: enfrentar al dragón de fuego, cruzar el río encantado y encontrar la flor de cristal en lo más alto de la montaña prohibida. Lautaro aceptó el desafío sin dudarlo y se dirigió hacia la cueva del temido dragón de fuego.
Al acercarse, el suelo comenzó a temblar y de repente emergió el imponente dragón con escamas brillantes como llamas. Lautaro respiró hondo y recordando los consejos de la bruja, decidió hablarle al dragón en lugar de atacarlo.
"¡Oh poderoso dragón! Vengo en paz y respeto tu fuerza. Estoy aquí para demostrarte mi valentía y amistad", dijo Lautaro con firmeza. El dragón quedó sorprendido por las palabras de Lautaro y decidió ponerlo a prueba.
Le lanzó una serie de acertijos y rompecabezas que nuestro joven héroe resolvió con astucia y determinación. Impresionado por su inteligencia y coraje, el dragón permitió que Lautaro continuara su camino hacia la siguiente prueba.
Después de superar al dragón de fuego, Lautaro llegó al río encantado donde se encontraba un puente custodiado por sirenas cantoras. Ellas intentaron distraer a Lautaro con sus melodías hipnóticas, pero él se tapó los oídos y siguió adelante sin perder el rumbo.
Al llegar al otro lado del río ileso, las sirenas aplaudieron su determinación antes de desaparecer entre las aguas cristalinas. Finalmente, llegó el momento más difícil: escalar la montaña prohibida para encontrar la preciada flor de cristal.
El ascenso era empinado y peligroso, pero Lautaro no se dio por vencido. Con cada paso, recordaba las enseñanzas de la bruja sobre perseverancia y valentía. Al llegar a la cima exhausto pero feliz, encontró la hermosa flor brillando bajo la luz del sol.
La recogió con cuidado y descendió triunfante hasta donde lo esperaba la bruja anciana. La bruja sonrió orgullosa ante semejante muestra de coraje. "¡Felicidades, joven guerrero! Has demostrado tener un corazón noble y valiente digno de leyendas".
Y así fue como Lautaro se convirtió en una inspiración para todos en Dragontia, demostrando que con determinación y bondad no hay desafío imposible.
FIN.