Las tres sirenas y la almeja mágica
Había una vez, en el hermoso océano Atlántico, un grupo de sirenas llamadas Luna, Marina y Coral.
Estas tres amigas eran conocidas por su hermosa voz y sus dulces cantos que llenaban de alegría a todos los habitantes del mar. Un día, mientras nadaban felices entre las olas cristalinas, Luna encontró algo muy especial flotando en el agua. Era una pequeña almeja mágica que brillaba intensamente.
Sin pensarlo dos veces, Luna la recogió y se la mostró a sus amigas. - ¡Miren lo que encontré! Esta almeja debe tener algún poder especial - dijo emocionada Luna.
Marina y Coral observaron asombradas la almeja brillante y decidieron llevarla al anciano sabio del mar para que les explicara su misterio. El sabio escuchó atentamente a las sirenas y examinó detenidamente la almeja mágica.
Después de unos momentos de silencio, finalmente habló:- Queridas sirenas, esta almeja tiene el poder de conceder un deseo muy especial a quien posea una voz pura y llena de amor. Pero debes tener cuidado al hacer tu deseo, ya que solo podrás pedir uno. Las tres amigas se miraron emocionadas e intercambiaron sonrisas llenas de ilusión.
Cada una tenía en mente algo diferente para pedirle a la almeja mágica. Luna fue la primera en tomar coraje y acercarse a la orilla del mar para cumplir su deseo. Tomó aire profundamente y comenzó a cantar con toda su alma.
Su voz resonó en el océano, creando una melodía que llenó de belleza y felicidad a todos los seres marinos. Cuando terminó su canción, la almeja mágica comenzó a brillar aún más intensamente.
De repente, las escamas de Luna se transformaron en un hermoso color azul brillante y apareció una corona de estrellas sobre su cabeza. Había conseguido su deseo: convertirse en la reina de los océanos. Marina fue la siguiente en acercarse a la orilla del mar.
Inspirada por el canto de Luna, decidió pedirle a la almeja mágica que le concediera el poder de curar cualquier herida o enfermedad que encontrara en su camino. Con determinación, Marina comenzó a cantar con todo su corazón.
Su voz era tan pura y llena de amor que cada nota sanaba cualquier dolor al instante.
La almeja mágica respondió al deseo de Marina convirtiendo sus escamas en un resplandeciente color verde esmeralda y otorgándole una vara mágica para ayudarla en su misión. Por último, Coral se acercó tímidamente a la orilla del mar. Ella siempre había soñado con explorar los tesoros escondidos del océano y descubrir nuevos lugares fascinantes.
Por eso, decidió pedirle a la almeja mágica el don de la sabiduría para poder navegar sin problemas por todos los rincones del mar. Entonces, Coral cerró los ojos y dejó salir su dulce voz mientras cantaba como nunca antes lo había hecho.
La melodía flotaba en el aire y llegaba a cada rincón del océano. La almeja mágica respondió a su deseo, transformando las escamas de Coral en un brillante color rosa y entregándole una brújula mágica que la guiaría en sus aventuras.
Las tres amigas se miraron maravilladas ante los cambios que habían experimentado. Ahora, juntas, podrían explorar el océano y ayudar a todos los seres marinos.
Desde ese día, Luna, Marina y Coral recorrieron el mar cantando sus hermosas melodías para alegrar los corazones de todos aquellos que las escuchaban. Con su amor y dones especiales, se convirtieron en verdaderas protectoras del océano Atlántico.
Y así fue como estas valientes sirenas demostraron que los sueños pueden hacerse realidad cuando se persiguen con amor y perseverancia. Cada vez que alguien necesitaba ayuda o consuelo, allí estaban ellas para brindar su canto lleno de esperanza y alegría.
FIN.