Las valientes exploradoras



Había una vez tres amigas llamadas Sofía, Valentina y Luciana. Eran inseparables y siempre estaban buscando aventuras emocionantes para vivir juntas.

Un día, mientras exploraban el bosque cerca de su pueblo, se toparon con una antigua casa abandonada que tenía fama de estar encantada. Intrigadas por los rumores, las tres amigas decidieron entrar a la misteriosa casa.

Al principio todo parecía normal, pero cuando intentaron salir, descubrieron que la puerta estaba cerrada con llave y no podían abrirla. Estaban atrapadas en la casa encantada. Sofía fue la primera en ponerse nerviosa. "-¡Oh no! ¿Qué vamos a hacer? ¡No podemos quedarnos aquí para siempre!", exclamó angustiada.

Valentina intentó mantener la calma y propuso buscar otra salida. "-Tranquilas chicas, seguro hay otra forma de salir de aquí. Sigamos explorando", sugirió mientras comenzaba a investigar cada rincón de la casa. Luciana seguía preocupada pero decidió unirse al plan de Valentina.

"-Tienes razón Valentina, debemos buscar alguna pista o indicio que nos ayude a encontrar una salida", dijo con determinación. Las amigas empezaron a revisar habitación por habitación en busca de pistas.

Encontraron libros antiguos llenos de polvo y cuadros viejos colgados en las paredes agrietadas. Fue entonces cuando Sofía notó algo extraño detrás del cuadro más grande. "-¡Chicas! ¡Miren esto!", exclamó Sofía emocionada mientras quitaba el cuadro de la pared.

Detrás había un pasaje secreto que conducía a una habitación oculta. Las tres amigas entraron con cautela y descubrieron un antiguo diario perteneciente a la dueña original de la casa. En sus páginas, encontraron una historia sobre una llave mágica que podía abrir cualquier puerta encantada.

"-¡Esto es increíble! ¡Tenemos que encontrar esa llave!", exclamó Valentina emocionada. Decidieron seguir las pistas del diario y explorar cada rincón de la casa en busca de la llave mágica.

Pasaron por salas oscuras, subieron escaleras empinadas y abrieron puertas cerradas hasta llegar al sótano, donde encontraron un cofre antiguo. Con mucha emoción, abrieron el cofre y dentro estaba la tan ansiada llave mágica. Rápidamente corrieron hacia la puerta principal y lograron liberarse de aquel encierro.

"-¡Lo logramos chicas! ¡Escapamos de la casa encantada!", gritó Luciana emocionada mientras saltaba de alegría. Las tres amigas aprendieron que trabajar juntas, mantenerse positivas y perseverar en momentos difíciles puede llevarlas a superar cualquier desafío.

Desde ese día, valoraron aún más su amistad y se prometieron siempre estar allí para apoyarse mutuamente en todas sus aventuras futuras.

FIN.

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