Las varitas mágicas de la concentración



Había una vez en la escuela "Rayito de Sol" un grupo de amigos muy traviesos: Martina, Juanma, Sofi y Tomás. Ellos siempre se aburrían en clase y no prestaban atención a la maestra.

Un día, llegó a la escuela la profesora Luna, quien les dijo a los chicos que tenía una sorpresa para ellos. Los amigos estaban intrigados y se preguntaban qué sería.

Al comenzar la clase, la profesora Luna sacó de su bolso unas varitas mágicas muy especiales. Cada varita brillaba con colores diferentes y tenía poderes increíbles. "¡Wow! ¡Qué genial!" -exclamaron los niños emocionados.

La profesora explicó que esas varitas tenían el poder de captar la atención de quienes las tuvieran en sus manos. Pero también les advirtió que debían usarlas sabiamente y con responsabilidad. Martina agarró la varita azul y al instante se sintió concentrada en lo que decía la maestra.

Juanma tomó la varita verde y notó como su mente estaba más despejada para entender las lecciones. Sofi eligió la varita amarilla y pudo participar activamente en las actividades sin distraerse. Tomás tomó la varita roja y sintió cómo su creatividad e imaginación se potenciaban al máximo.

Los días pasaron y los amigos cada vez aprendían más gracias a las varitas mágicas de la profesora Luna.

Sin embargo, un día algo inesperado ocurrió: un niño nuevo llamado Mateo llegó a clase y sintió envidia al ver cómo todos disfrutaban con las varitas mágicas mientras él no tenía ninguna. Mateo decidió robar una de las varitas durante el recreo sin que nadie lo viera.

Esa tarde, cuando intentaba usarla en su casa, descubrió que no funcionaba igual para él; se dio cuenta de que solo funcionaba si era usada con bondad y buen propósito. Al día siguiente, Mateo devolvió secretamente la varita a su lugar original antes de que empezara la clase.

La profesora Luna notó el gesto noble del niño nuevo y decidió darle una oportunidad para tener su propia varita mágica.

Desde ese momento, Mateo aprendió el valor de ser honesto y generoso, además entendió que cada uno tiene habilidades únicas para destacar en aquello que se proponga. Así, entre aventuras mágicas e importantes lecciones, Martina, Juanma, Sofi, Tomás y Mateo descubrieron juntos el maravilloso mundo del aprendizaje con ayuda de las herramientas adecuadas...

Y fueron felices captando toda la atención en clases gracias a sus valiosas varitas mágicas.

FIN.

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