Las vocales en el bosque encantado
Había una vez en un bosque encantado, cinco amigas muy especiales: A, E, I, O y U. Ellas eran las vocales y vivían en un mundo mágico donde todo cobraba vida.
Un día, decidieron aventurarse más allá de su aldea en busca de nuevas experiencias. -¡Chicas, ha llegado el momento de explorar el bosque! -exclamó entusiasmada A. -Sí, vamos a descubrir lugares maravillosos y divertidos -agregó U.
Las vocales se adentraron en el espeso bosque, lleno de árboles gigantes y flores resplandecientes. De repente, escucharon un sonido misterioso que las hizo detenerse. Era una melodía encantadora que las llamaba.
Intrigadas, siguieron el sonido y encontraron a la letra Y, quien les contó sobre un mapa que llevaba a un tesoro escondido en el corazón del bosque. Las vocales, emocionadas, decidieron emprender la búsqueda del tesoro, pero no sería fácil.
En su camino se toparon con la letra R, que les propuso superar diversos desafíos para obtener pistas que las acercarían al tesoro. Con ingenio y valentía, las vocales resolvieron acertijos, escalando montañas y cruzando ríos, siempre apoyándose unas a otras.
Finalmente, llegaron al lugar donde estaba el tesoro, pero se dieron cuenta de que dejaron de ser solo cinco vocales para convertirse en una poderosa combinación: las vocales juntas formaban palabras mágicas que abrían el cofre del tesoro.
Al abrirlo, descubrieron que lo más valioso no era el oro ni las joyas, sino la amistad y la colaboración que habían cultivado en su aventura. Con el tesoro en su posesión, las vocales regresaron a su aldea, donde compartieron su increíble historia con el resto de las letras.
Desde entonces, el bosque encantado vibró con la alegría y el color de las vocales, que enseñaron a todos la importancia de trabajar en equipo y valorar la diversidad. Y así, juntas, crearon un mundo donde la magia de las palabras era infinita.
FIN.