Las Vocales Valientes


na. En Vocalandia, todas las palabras eran formadas por estas vocales y cada una tenía un papel importante en la construcción del lenguaje.

Un día, mientras las vocales se encontraban reunidas en el salón principal del castillo, se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo. Las palabras comenzaron a sonar mal y la comunicación entre los habitantes de Vocalandia se volvió confusa. Alarmadas por esta situación, A, E, I, O y U decidieron investigar qué estaba pasando.

Se adentraron en el bosque encantado donde vivían los signos de puntuación para buscar respuestas. Después de caminar durante horas, llegaron al claro donde solían reunirse los signos de puntuación. Allí encontraron a Punto y Coma llorando desconsoladamente.

"¡Oh queridos vocales! ¡Estoy tan triste!", exclamó Punto y Coma entre sollozos. "Desde hace días no puedo encontrar mi lugar en las oraciones. Las palabras no me utilizan como antes".

Las vocales se acercaron a consolar a Punto y Coma y le preguntaron qué había sucedido exactamente. Él les explicó que un hechizo oscuro había caído sobre Vocalandia y estaba afectando la forma en que las palabras estaban estructuradas.

Decididas a resolver este problema, A, E, I, O y U convocaron una reunión con todos los habitantes del reino: sustantivos, verbos, adjetivos e incluso los silenciosos espacios en blanco.

En la gran asamblea real se discutió cómo podían superar el hechizo oscuro que había caído sobre Vocalandia. Fue entonces cuando la valiente A propuso una idea: "Creo que si trabajamos juntos, podemos encontrar una solución. Cada vocal debe recordar su sonido y posición en las palabras para que todo vuelva a la normalidad".

Las vocales se pusieron manos a la obra y comenzaron a practicar sus sonidos y posiciones en las palabras. Aprendieron que la A siempre estaba presente al principio de las palabras, como en amigo o amor.

La E era frecuente en el medio, como en helado o elefante. La I les recordó que ella solía estar al final, como en reloj o feliz.

La O explicó que su sonido era también muy importante y podía encontrarse tanto al principio como al final de las palabras, como en oliva o gorra. Y por último, U les recordó que ella tenía un sonido más fuerte y se encontraba generalmente después de Q, como en queso o quiosco.

Después de días de práctica intensa, las vocales estaban listas para poner fin al hechizo oscuro. Se reunieron nuevamente con Punto y Coma y le pidieron que volviera a su lugar correcto dentro de las oraciones.

Con gran emoción y determinación, A pronunció con fuerza: "¡Vocales presentes!", seguida por E, I, O y U. Juntas formaron una poderosa cadena vocal capaz de romper el hechizo oscuro.

En ese momento mágico, todas las palabras recuperaron su estructura correcta y el lenguaje volvió a fluir armoniosamente en Vocalandia. Agradecidos por su valentía y determinación, los habitantes de Vocalandia celebraron a las vocales con una gran fiesta.

Desde ese día, las vocales fueron recordadas como heroínas y se les enseñó a los niños de Vocalandia la importancia de cada una en la construcción del lenguaje.

Y así, el Reino de las Vocales vivió feliz para siempre, asegurándose de que nunca más un hechizo oscuro pudiera afectar su maravilloso mundo lleno de palabras.

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